Cine
El consejo de Paul Newman a Tom Cruise que salvó su carrera
Cuando coincidieron en El color del dinero, Cruise era un actor inexperto que tan solo había protagonizado una película
Las clases de interpretación pueden ser, cuanto menos, raras. Puedes estar repitiendo el mismo diálogo con otra persona durante más de una hora, arrastrándote por el suelo, simulando ser un perro o tumbado con los ojos cerrados intentando imaginar a tu madre asesinada.
No son elucubraciones de quien escribe este artículo, sino pruebas reales a las que se han tenido que enfrentar conocidos intérpretes a lo largo de su carrera. Para muchos, estas técnicas que aprenden en clases de interpretación resultan valiosas en su futuro como actores cuando tienen que enfrentarse a una determinada escena.
Siempre pueden recordar, utilizando lo que se denomina memoria sensorial, lo que sintieron en ese momento y dejarse llevar por el personaje para lograr un personaje creíble de acuerdo a las pautas marcadas en el guion. De ahí que Nicolas Cage, por ejemplo, califique la actuación como un arte marcial mixto.
En ocasiones, en cambio, las verdaderas lecciones interpretativas las aprenden trabajando. Que se lo digan si no a Tom Cruise que, en el rodaje de El color del dinero, aprendió del mismísimo Paul Newman a no cometer un tipo de error cinematográfico. En aquel momento, Cruise ya estaba en la cima de su carrera tras haber estrenado Top Gun —que se convirtió en la más taquillera del año—, pero deseaba ser algo más que un simple héroe de acción rompecorazones. La oportunidad le llegó un año después, en 1987, con esta película dirigida por Martin Scorsese en la que un viejo veterano jugador de billar vuelve al circuito profesional para ayudar a una nueva promesa.
Cruise desveló en The Graham Norton Show qué le enseñó Newman de la siguiente manera. «Como joven actor, estuve en la Ciudad del Viento (Chicago), lugar donde grabábamos, y me probé el vestuario en verano. Me dije: 'voy a tener una chaqueta de cuero y una camiseta. Voy a llevar el pelo al viento. Está garantizado'», explicó. Al llegar el momento del rodaje, recordó entre risas que «tenía tanto frío que apenas podía hablar». Había elegido en verano la ropa que llevaría en enero en una de las ciudades más frías de Estados Unidos.
«Finalmente, tengo esta escena en la que Newman está en un coche, y yo estoy a su lado. Miro dentro, y estoy como: '¿Qué?'. Él tenía puesto un abrigo y un calentador eléctrico», reconoció. «Me miró y me dijo: '¿Camiseta? Te probaste el vestuario en verano, ¿no?'. Yo dije: 'Sí, señor. Lo hice'. Me dijo: 'Mira y aprende, chico. Mira y aprende'. Nunca lo olvidaré. Literalmente, nunca».
Tom Cruise estaba tan preocupado por estar a la altura de la gran estrella de cine que ni siquiera se le pasó por la cabeza la idea de congelarse hasta los huesos. Sea como fuera le sirvió de lección para ser previsor y estudiar las condiciones climatológicas de sus películas porque, cuando acudió al conocido programa de televisión británico para promocionar la última entrega disponible de Misión Imposible explicó que las temperaturas eran tan extremas en el rodaje que se puso unos calentadores debajo de su ropa de Ethan Hunt para poder mantenerse caliente.