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Hugh Grant en 'Love Actually'

Hugh Grant en 'Love Actually'

Cine

La icónica escena de 'Love Actually' que Hugh Grant no quería rodar: «Es espantosa»

El actor ni siquiera tenía ganas de ensayarla

Veinte años después de su estreno, Love Actually se ha convertido en un auténtico clásico. Puede que no sea la película romántica favorita de nadie, pero sí que lo es en términos festivos. Paradójicamente, el debut como director de Richard Curtis con un grupo de londinenses que se enamoran mientras se autodesprecian y maldicen con una inventiva ejemplar como telón de fondo es tan amada como odiada. En su día recaudó cerca de 247 millones de euros en todo el mundo, pero la crítica no la acogió con la misma amabilidad que el público.

El carácter multifacético de la película contribuye, en parte, a su longevidad y a que se haya convertido en un filme de culto. Si bien las subtramas más tristes son indiscutiblemente las mejores, la representación de las muchas configuraciones del amor recompensa con creces ciertas carencias. Como también lo hace el elenco estelar que incluía a nombres como Emma Thompson, Alan Rickman, Liam Neeson o Hugh Grant.

De todo ellos, la historia protagonizada por el actor de Amor con preaviso o Notting Hill, es una de las más emblemáticas. Y no solo porque interprete a un curioso Primer Ministro, sino porque el hecho de enamorarse de una de sus miembros del personal hace que aflore la encantadora timidez tan propia del intérprete en otros personajes como George Wade o William Thacker.

Aunque su papel de Primer Ministro convenza tanto como otros, Grant no se sintió cómodo con la interpretación. De hecho, a día de hoy, sigue detestando una de sus escenas. «La vi en el guion y pensé: 'Bueno, odiaré rodarla'», reconoció en la reunión por el 20 aniversario. Algo surrealista si tenemos en cuenta que ha interpretado en numerosas ocasiones al típico hombre torpe, pero encantador que no tiene problema en quedar en evidencia y reírse de sí mismo.

A Grant parece no importarle caerse, tirarse el café encima, llevar gafas de buceo al cine o sufrir una fascinante tartamudez, pero sí bailar por los pasillos del número 10 de Downing Street al son de Jump de The Pointer Sisters. «No me apetecía hacer el baile en absoluto y mucho menos ensayarlo», explicó. «Hasta el día de hoy, hay mucha gente, y estoy de acuerdo con ellos, que piensa que es la escena más atroz y espantosa jamás llevada al celuloide».

Hugh Grant Love Actually

Curtis confirma las frustraciones de Grant con el rodaje de la escena, asegurando que «seguía negándose» a rodarla hasta momentos antes de gritar ¡Acción! «Creo que esperaba que enfermara o algo así para que dijese: 'Oh, bueno, qué pena, tendremos que renunciar a esa secuencia de baile'».

Además explica que estaba «de mal humor» el día de rodar la escena, pero tenía una «obligación contractual» que le impedía negarse a rodarla o retirarse del proyecto. Para más inri, admitió entre risas que fue «angustiosamente vergonzoso» ver a Grant realizar el baile en el set, aunque admite que está orgulloso de haberle obligado a hacerlo porque la escena quedó «simplemente perfecta». Lejos de contentarse, Grant quiso vengarse al rodarla e intentó no seguir el ritmo de la canción en ningún momento, «sobre todo al principio, cuando estoy moviendo el trasero».

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