La caravana de los Stones continúa rodando sin Charlie Watts
El 30 de agosto de 2019 fue el último concierto de la banda al completo
Dome de San Luis (Misuri). Los Rolling Stones vuelven con su gira No Filter Tour, aplazada en 2020. El escenario vacío y el sonido de una batería. Luego una pantalla con imágenes de Charlie Watts. Las piedras rodantes salen al escenario. Aplauden. Se escucha Street Fighting Man entre fuegos artificiales.
Es el primer concierto de la banda sin su batería desde hace más de medio siglo. Keith Richards y Mick Jagger cogidos de la mano. Dos horas de concierto con traca final: Paint it Black, Sympathy for the Devil y Jumping Jack Flash. Pero aún quedan Gimme Shelter y (I can’t get no) Satisfaction, la canción que en principio no les parecía lo suficientemente comercial a Jagger y Richards. Luego el silencio y una foto de Watts en las pantallas.
Dos días antes se produce la primera actuación de la banda en un concierto privado en Foxboro (Massachussetts) sin Watts. «Es una noche un poco conmovedora para nosotros porque es nuestra primera gira en 59 años sin nuestro encantador Charlie Watts. Todos extrañamos mucho a Charlie y lo hacemos como banda y como amigos, dentro y fuera del escenario», dice Mick Jagger.
El evento lo organiza el propietario de los New England Patriots, Robert Kraft, como homenaje y ensayo con público de la enésima gira de los septuagenarios. A la percusión Steve Jordan, que lleva flirteando con el grupo desde los ochenta.
El multinstrumentista, miembro de la banda paralela de Richards, X-Pensive Winos, se incorporó con urgencia a los ensayos del nuevo Tour, luego de que Watts tuviera que ser sometido a una operación de urgencia a principios de agosto. Unas semanas después se supo la noticia de su fallecimiento en una clínica de Londres.
Los Stones recuerdan a su amigo y compañero, pero no se detienen. La de Watts es la primera muerte de un miembro oficial del grupo en sus casi sesenta años de existencia. Brian Jones murió en 1969, un mes después de ser despedido.