Una iniciativa minoritaria en el Congreso de la ciudad de México podría prohibir las corridas de toros
Con sólo cuatro de los nueve miembros de la Comisión de Bienestar Animal a favor fue aprobado el dictamen frente a las 50.000 personas que abarrotarán la Monumental el próximo domingo
Una iniciativa para prohibir la celebración de corridas de toros en México promovida por la Comisión de Bienestar Animal en el Congreso de la ciudad ha iniciado su, de momento, titubeante paso a pesar de sus decididas pretensiones. Sólo cuatro de los nueve miembros de dicha comisión votaron a favor de la propuesta, con la ausencia de otros cuatro y la abstención del miembro restante.
Pese a aprobarse el dictamen, aún debe producirse su aprobación en Pleno después de que el pasado 9 de septiembre presentara dicha iniciativa Jorge Gaviño, vicecoordinador del PRD, donde se estipulaba la intención de prohibir «espectáculos públicos en los que los animales sean objeto de actos de maltrato y crueldad que deriven en su muerte».
«Compromiso con la vida»
Según Ana Jocelyn Villagrán, diputada del PAN: «Necesitamos hacer presión, va a haber mucha presión para que el dictamen no llegue al pleno o se vote en contra». Un recorrido que a juzgar por las distintas manifestaciones animalistas: «no se trata de un capricho, ni de un tema electoral, sino de un compromiso con la vida», dijo también Villagrán; «el respeto a los derechos animales ha sido un camino largo con pocos resultados, por lo que llamó a hacer una pausa y tener empatía para evitar el sufrimiento animal», expresó Tania Larios del Partido Revolucionario Institucional (PRI); «el espectáculo taurino genera ganancias que hacen 'risibles las multas', y que los empresarios pueden 'evadir' la determinación sólo con el pago de la multa y de cualquier forma no se evitará el maltrato», se enfrenta a importantes obstáculos de peso.
Un movimiento «oportunista» según Juan Antonio Hernández, uno de los periodistas taurinos más prestigiosos del país, que apunta a las elecciones de la próxima primavera. El cartel del próximo domingo en la Monumental de México lo forman Morante de la Puebla, Antonio Ferreras, Diego Silvetti y la confirmación de alternativa de Diego San Román, un espectáculo para el que se han vendido las 50.000 localidades del aforo (la plaza más grande del mundo) el mismo día de su salida a la venta.
«Es una decisión tajante» para un «espectáculo respetado», afirma Hernández, quien hace una reflexión paradójica a propósito de la denominación de la Monumental Plaza México como Patrimonio Arquitectónico: «Si se dejaran de celebrar corridas de toros en ella, se estaría violando ese sentido de Patrimonio Arquitectónico al arrebatarle «su razón de ser», asegura, y continúa: «Yo creo que esas 50.000 personas que van a abarrotar la Monumental el próximo domingo es una manifestación más que notable ante la decisión de una pequeña comisión política de cuatro miembros», afirma Hernández.
«Una cuestión de libertad»
La iniciativa de la comisión animalista no es baladí, no obstante, pues podría dejar a miles de familias sin sustento. Una «decisión absurda» para los aficionados. «Están legislando por legislar, que no se metan en la vida de los demás», asegura un aficionado. Cada año asisten en México a diversas corridas más de cuatro millones de personas, generándose 80.000 empleos directos y 146.000 indirectos, según Azteca Televisión. «Los empleos que se generan en las más de doscientas ganaderías, muchas de las cuales se encuentran en enclaves marginados donde el motor de la economía son esas mismas ganaderías», dice Salvador Arias Ruela, miembro del Comité Jurídico de la Tauromaquia Mexicana.
Una industria que mueve una «cadena económica interminable» que tiene que ver, según Arias Ruelas «con el transporte, con los vestidos de los toreros, con la restauración, con el turismo, con los hoteles, incluso con las personas que venden productos y alimentos en las plazas que podrían quedarse sin sustento si se prohíben los toros en la ciudad de México».
«Prohibir por prohibir»
Quienes conocen la industria piden a los diputados prohibicionistas que midan el alcance de su iniciativa. José Saborit, director de tauromaquia mexicana, advierte que es una cuestión de libertad. «No podemos permitirnos como sociedad que un grupo pequeño quiera imponer su moral a otro grupo. Y una cosa muy importante es que hay que legislar con verdades y no con mentiras. Es una pena que se quiera aprobar una ley invitando solamente a grupos prohibicionistas sin haber hecho un debate».
«Es lamentable que nos enfrentemos a políticos que busquen tener la garantía de una minoría», declara un aficionado. La Plaza México ha emitido un comunicado donde rechaza cualquier medida que busque prohibir la tauromaquia, abogando por una «perspectiva incluyente» donde se respeten todos los puntos de vista y donde se evite toda manipulación y desinformación bajo la premisa de «prohibir por prohibir».