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Kristen Stewart en su papel como Lady Di en la película 'Spencer'

Kristen Stewart en su papel como Lady Di en la película Spencer'

Lady Di a través de la cultura, 25 años después de su muerte

La fascinación por la figura de Diana de Gales trascendió lo monárquico y lo político para convertirse en un mito de la cultura contemporánea

Se acaban de cumplir 25 años de la muerte de Diana Spencer, Diana de Gales. Apodada cariñosamente como Lady Di, la joven británica no fue únicamente una figura fundamental en la monarquía británica: su matrimonio y posterior divorcio de Carlos de Inglaterra acabo convirtiéndose en un culebrón más digno de películas de sobremesa que de una de las casas reales más importantes del mundo.

Y dicho y hecho. La trágica historia de Lady Di ha saltado a la pantalla en numerosas ocasiones. Fallecida en un fatídico accidente de coche cuando se encontraba con su entonces pareja, Dodi Al-Fayed, en París, la persecución de los paparazzi y las numerosas investigaciones posteriores contribuyeron a alimentar una teoría conspiranoica sobre su homicidio involuntario, como lo declaró el jurado de la Operación Paget.

Su figura, su historia, sus estilismos, la vida de sus hijos, el matrimonio de su exmarido con su amante, Camilla Parker Bowles... Todo ha sido escrutado y expuesto al público, de forma que Lady Di ha acabado convirtiéndose en una figura fundamental de la cultura contemporánea.

En 2021 Pablo Larraín estrenaba Spencer, con una monumental Kristen Stewart poniéndose en la piel de Diana de Gales en los momentos previos a la decisión de su divorcio. «El misterio que envolvía a Diana es seductor. Es una paradoja que aumenta el interés cuanto más incomprensible es. Para el cine, eso es valioso: los espectadores tienen una imagen previa de Diana y tras ver la película, cada uno crea su versión», contaba el chileno en su estreno, que conmocionó una vez al más mundo, contribuyendo a que las generaciones más jóvenes conocieran la historia de la princesa.

Mejor fue Larraín que el intento de biopic que realizó su colega 10 años antes. Diana (2013), dirigida por Oliver Hirschbiegel (El hundimiento), fue un auténtico fiasco. Ni siquiera el talento de Naomi Watts, que se transformó de manera fiel a Lady Di, consiguió insuflar vida a un largometraje centrado en los dos últimos años de vida de la princesa y en su supuesto romance con el cirujano pakistaní Hasnat Khan.

Pero no sólo hay películas y telefilmes. Un libro de Joe DiPietro generó tal revuelo en el sector editorial que acabó convertido en musical: dirigido por Cristopher Ashley, pasó de California a Broadway, que sin embargo nunca logró atraer al suficiente público y acabó bajando el telón, no sin antes estrenar una representación en Netflix.

Del cine a las series

Polémica (y temida por los británicos) fue también la inclusión de la figura de Lady Di en la aclamada serie The Crown. En su última temporada, Emma Corrin encarna con crudeza a la joven princesa en sus primeros años; tendremos que esperar a la quinta y sexta temporadas para ver qué sucede con el declive de su matrimonio, la dificultad de su maternidad e incluso el divorcio. En su etapa madura, será interpretada por la fantástica Elizabeth Debicki, una actriz de enorme talento.

Tanto su vida como su muerte han sido fruto también de documentales. Investigando a Diana, muerte en París, de Channel 4 y Discovery Plus, indaga en las investigaciones del accidente realizadas por la brigada criminal francesa y Scotland Yard, un caso que siempre despertó el morbo de los ciudadanos. The Princess, dirigida por Ed Perkins, acaba de ser estrenado, generando polémica y crítica férrea por parte de los fotógrafos y paparazzi, que nunca han visto con buenos ojos que se les acusara de ser copartícipes en el homicidio involuntario de la princesa.

En cuanto a la literatura, quien quiera profundizar en la figura de Lady Di solo tiene que asomarse a las páginas de Diana, Her True Story, escrito por Andrew Mortobn. Publicado en 1992, Lady Di negó cualquier relación con la obra. En 1997, sin embargo, el autor publicó las transcripciones de todas las grabaciones y las revelaciones de una vida triste y frustrada cobraron todavía más fuerza. A este revelador lanzamiento siguieron otros como Reina de corazones, de July Heiland, e Imagining Diana, de Diane Clehane.

Sobre ella han cantado Elton John, Richard Clayderman o Lady Gaga, y la influencia que la princesa dejó en el mundo de la moda –moda entendida como otra fuente de cultura– es inenarrable. La propia Kate Middleton, su nuera póstuma, le ha rendido homenaje en numerosas ocasiones, señalando con el dedo monárquico a quien es no solo un referente de compostura y dignidad, sino también un símbolo cultural contemporáneo.

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