Irene Montero destinará 15.000 euros a reeditar las 'Memorias' de Dolores Ibárruri, «La Pasionaria»
El Ministerio de Igualdad financia un proyecto para ensalzar la figura de una de las principales responsables de la persecución religiosa en España
Miembro del Partido Comunista de España desde su fundación, Dolores Ibárruri fue elegida diputada en las elecciones de febrero de 1936, las últimas celebradas durante la Segunda República. Sus ideas comunistas propiciaron que tras la guerra se exiliara en la Unión Soviética, convirtiéndose en secretaria general del PCE primero y en su presidenta después.
Ahora, el Ministerio de Igualdad de Irene Montero ha decidido que la figura de La Pasionaria, fiel admiradora de Stalin, uno de los dictadores más sanguinarios de la historia, debe ser reivindicada. Ya en octubre la ministra acudió a la presentación de ¡No pasarán!, biografía de Dolores Ibárruri que publicó Mario Amorós, para ensalzar la figura de la comunista.
Sin embargo, Irene Montero ha decidido que es preciso reeditar esas memorias, y para ello destinará 15.000 euros de dinero público, según una investigación de Voz Pópuli., que destaca que el Ministerio de Igualdad financia este proyecto con la cantidad justa para que la ley lo considere contrato menor y así no tener que publicar los pliegos justificando este desembolso de dinero público.
En concreto, la ministra de Igualdad Irene Montero destinará 14.876 euros provenientes de las arcas públicas para ensalzar la figura de la principal impulsora de la persecución religiosa y los crímenes desatados en España entre 1931 y 1939, entre la que se incluyó una amenaza de muerte a José Calvo Sotelo, cuando en las Cortes le dijo «Has hablado por última vez». Un mes después, era asesinado.
Otra de las sentencias por las que esta dirigente comunista pasó a la historia tuvo lugar cuando en un mitin alentó a continuar la oleada de asesinatos que se dieron en España durante la Segunda República: «Más vale condenar a cien inocentes a que se absuelva a un solo culpable». Su estalinismo y su responsabilidad en el terror de 1936, así como las purgas criminales dentro del propio Partido Comunista, hacen de ella una de las figuras más controvertidas del último siglo.