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Los periodistas Helena Farré y Julio Llorente en el acto inaugural de EncuentroMadrid 2022, 'Amar del todo es ser vulnerable'

Los periodistas Helena Farré y Julio Llorente en el acto inaugural de EncuentroMadrid 2022, 'Amar del todo es ser vulnerable'EncuentroMadrid

«Amar del todo es ser vulnerable»: empieza EncuentroMadrid con una pregunta sobre la fragilidad de las nuevas generaciones

El congreso cultural EncuentroMadrid, que tiene lugar los días 11, 12 y 13 de noviembre, da comienzo con un encuentro sobre la llamada «nostalgia millennial» y supuesta fragilidad de los jóvenes

EncuentroMadrid 2022 ha dado inicio hoy con una pregunta pertinente: ¿qué significa amar hoy, y de qué manera las nuevas generaciones se sitúan ante esta pregunta? Ante la recurrente «nostalgia millennial» o las conversaciones en torno a la salud mental, a los más jóvenes se les acusa a menudo de frágiles, de nostálgicos de un pasado que ni siquiera han conocido y excesivamente preparados para un futuro que no existe. ¿Es cierta esa fragilidad? ¿De dónde viene? ¿Pueden venir de vivir apasionadamente la realidad, como propone EncuentroMadrid?

Para entenderlos mejor y dialogar sobre estas cuestiones, la mesa redonda «Amar del todo es ser vulnerable» (cita de C. S. Lewis) ha reunido a los periodistas Helena Farré y Julio Llorente, moderados por la también periodista Elena Santa María, que introducía el diálogo con una pregunta: ¿sigue siendo la necesidad de las nuevas generaciones la mismas que las de sus padres?

«Absolutamente. Necesitamos nutrir un amor, y eso necesita tiempo. El amor es verse y sentirse visto, que es una necesidad intrínseca al ser humano», ha afirmado Helena Farré. La también crítica literaria ha planteado la dificultad de hacer esto en un mundo «rápido, sin tiempo para nada», algo en lo que ha coincidido Llorente. «La necesidad humana no cambia: es la misma desde el inicio de los tiempos. Estamos ‘esclavizados’ por los mismos anhelos y las mismas inquietudes».

La periodista Helena Farré en el acto inaugural de EncuentroMadrid

La periodista Helena Farré en el acto inaugural de EncuentroMadridEncuentroMadrid

Esta dependencia, esta vulnerabilidad de la que intentamos huir, ¿nos hace susceptibles al miedo? «El amor sólo se da con vulnerabilidad, y hacerse vulnerable es poner tu corazón a la intemperie y exponerse al sufrimiento», ha analizado Farré, aludiendo a la sociedad de la «hiperprotección» en la que sentimos un rechazo constante ante cualquier tipo de dolor: «Incluso el amor se busca por medio de una pantalla, de manera que si te entra miedo, puedes huir. Pero hay que aceptar que el amor implica el posible sufrimiento».

Para Llorente, por su parte, «amar es reconocerse vulnerable, y por eso es contracultural. El arquetipo de hombre que se nos propone es el que se basta a sí mismo, pero el amor es todo lo contario: es decirle a otra persona que tu felicidad depende de ella». Ese anhelo de amar y ser amados permanece en nosotros, según coinciden ambos ponentes: «La prueba de que el anhelo de darse sigue vivo es que la gente se quiere comprometer: estamos ansiosos de amor», ha puntualizado Farré.

El arquetipo de hombre que se nos propone es el que se basta a sí mismo, pero el amor es todo lo contario: es decirle a otra persona que tu felicidad depende de ellaJulio LlorenteColumnista y editor

Respecto a la introducción del consumismo como mediador de las relaciones humanas, Llorente ha profundizado en cómo este es «más de un desapego de las cosas que un apego a ellas: las cosas son de usar y tirar, y así pierden su valor». «Tenemos la sensación constante de que nos realizamos a través del consumo, pero en realidad vamos perdiendo nuestro valor y desposeyendo de valor las cosas». Farré ha citado a Bauman y su modelo de relaciones líquidas para poner de manifiesto que los vínculos que construimos en esta sociedad no pueden ser fuertes para poder solventarlos rápidamente: «Consumimos todo rápido y ya, y tenemos aplicaciones para comprar ropa y comida, pero también para relacionarnos con los otros. El consumismo ha llegado también a las relaciones humanas».

La consecuencia de esta nueva forma de relación parece ser la soledad. Sin embargo, Llorente distingue entre soledades estériles y soledades fecundas: «Hay una soledad deseada, buscada, que te ayuda a entrar en comunión contigo mismo, y así puedes entrar en comunión con los demás. Pero la soledad extendida es la estéril, que más que una soledad es un aislamiento con ruido de fondo constante». El editor ha afirmado, no sin levantar murmullos, que en esta soledad es donde entran en juego las aplicaciones para ligar, como Tinder, que ha calificado de «recurso desesperado».

El columnista y editor Julio Llorente, durante el acto inaugural de EncuentroMadrid

El columnista y editor Julio Llorente, durante el acto inaugural de EncuentroMadridEncuentroMadrid

Tras enfrascarse en un ameno debate sobre si uno se realiza a través del trabajo o si la vocación, por el contrario, no tiene nada que ver con la profesión, la conversación ha continuado abordando temas como la precariedad económica, la necesidad de reconocimiento o el significado del éxito para los millennials y la generación Z. «El verdadero éxito es un fracaso hoy. Según uno asciende en una empresa, en política, en los medios de comunicación, lo hace porque ha transigido en sus principios, porque ha pagado peajes. El éxito real consiste en hacer lo que uno tiene que hacer contando con sus talentos», ha defendido Llorente.

Farré ha contraatacado empuñando el argumento contra la productividad: «La felicidad son destellos siempre, pero el éxito en el trabajo no es negativo en sí mismo: puede aportarte felicidad y gratificación personal, a la vez que contribuyes al bien de otros. Pero lo que hacemos no configura nuestra dignidad: ¿qué pasaría entonces con los ancianos, con las personas con discapacidad, con los que no pueden producir? Esa no puede ser la medida».

La positividad de la realidad también ha abierto debate entre los ponentes. Llorente sostiene que realmente vivimos como si la verdad no existiera, pero en realidad el relativismo es una simple posición teórica: «Sustituimos la verdad por sucedáneos de verdad, precisamente porque no podemos vivir sin verdades, aferrándonos a certezas falsas». Para Farré sí es posible vivir en un relativismo, por ello «vivir apasionadamente la realidad es una de nuestras grandes victorias: ser conscientes, vivir de forma consciente, presente». En ese momento, dice la periodista, aparece la esperanza: «La realidad se sorprende a sí misma. Soy optimista: no creo que el mundo esté tan mal como pensamos. Hay grandes momentos de esperanza».

El acto, que ha contado con diferentes vídeos y extractos de artículos en los que se habla de aspectos como el afecto y la sexualidad, la soledad y el individualismo, la precariedad del trabajo y la esperanza en la realidad, ha concluido con este punto de esperanza: hay esperanza porque la realidad es positiva, hay esperanza porque el deseo sigue vivo.

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