El funeral de Lisa Marie Presley en Graceland reúne a músicos, famosos y fans
Axl Rose, de Guns & Roses, Billy Corgan, de The Smashing Pumpkins o Alanis Morrisette fueron algunos de los artistas que actuaron a modo de réquiem
Como la hija de El Rey, las exequias de su única hija tuvieron la pompa relativa de una princesa. 54 años de una vida regalada y a pesar de ello difícil. Llena de altibajos, de fama, de adicciones y de una calma final que no duró lo suficiente. Un infarto repentino acabó con su vida poco después de haber asistido a la gala de los Globos de Oro, donde su padre volvió a triunfar con el premio al mejor actor que ganó Austin Butler por su interpretación en el biopic dirigido por Baz Lurhmann.
Fue autora de tres álbumes de éxito no menor, sobre todo el primero, opacados por sus matrimonios con figuras como Michael Jackson y Nicolas Cage o su relación con la cienciología. Una vida de revista que apareció en la superficie real en el funeral en Graceland, la mansión de Elvis cuyas tumbas aumentan: a la del cantante y sus padres, se suman la del nieto, hijo de Lisa Marie, que se suicidó a los 27 años, y ahora la de su madre. Tres muertes prematuras y trágicas. Axl Rose, de Guns & Roses, habló y canto al piano November Rain.
También estuvo presente y participó en el homenaje la duquesa de York, Sarah Ferguson, amiga de Presley, como Alanis Morrisette, que interpretó Rest. To Sheila fue la canción elegida por Billy Corgan, líder de The Smashing Pumpkins. Su madre, Priscilla, su hermano (hijo de Priscilla) Navarone Garibaldi, su exmarido Michael Lockwood, y sus tres hijas, la mayor, la actriz Riley Keough, y las gemelas de 14 años Finley y Harper también asistieron a las honras.
Jerry Schilling, recordó el momento en el que conoció a Lisa Marie. «Volvimos aquí, a la casa, y recuerdo que yo nunca había tenido nunca un bebé en brazos. Estábamos en la cocina y Elvis me dio a Lisa. Y estaba claro que no iba a dejar que se me cayera, ¿sabéis? Y ese fue el principio de mi viaje con Memphis», el nombre cariñoso por el que conocían a Lisa Marie. Fans, flores, fotografías, condolencias a las puertas y en el interior de la mansión para despedir a la «princesa del rock».