El Senado de Florida discute la eliminación del autogobierno de Disney
Los legisladores republicanos decidirán en los próximos días la nueva estructura de gobierno que definirá las propiedades de la compañía
El Congreso de Florida ha comenzado este lunes una sesión especial durante la cual se debatirá la reestructuración del distrito especial que permitía a Walt Disney World el autogobierno sobre sus posesiones en este estado sureño, medida promovida por el gobernador Ron DeSantis en medio de un enfrentamiento con el gigante del entretenimiento. Un movimiento que se percibe como como una ajuste de cuentas ante la oposición de la compañía a una ley estatal donde se limitaría la discusión de temas LGTBI.
La sesión se da después de que en abril la Cámara Baja estatal aprobase la eliminación, a partir de junio de este año, del distrito Reedy Creek Improvement, donde se asientan los parques que Disney tiene. Desde 1967, año en que fue creado, permite a la compañía gestionar sus terrenos con sus propios servicios públicos y autonomía.
Durante los próximos días, los legisladores del Congreso estatal, dominado en ambas cámaras por los republicanos, discutirán el proceso que definirá la estructura de gobierno sobre las propiedades de la compañía, así como impedir que los vecinos tengan que asumir, con una subida de impuestos, los costes que supondrá la eliminación del distrito.
El parlamento estatal buscará «asegurar que las deudas y las obligaciones de bonos en poder del Distrito permanezcan con el Distrito y no se transfieran a otros gobiernos», como señala la moción.
La semana pasada, el republicano DeSantis señaló en una conferencia de prensa que su intención es que el estado asuma el control del distrito Ready Creek, y que los contribuyentes no tengan que sufragar la deuda que hay de por medio.
Ni gobierno autónomo, ni privilegios
«Disney ya no tendrá un estado autónomo de gobierno. Nos aseguraremos de que no haya privilegios legales especiales, y luego nos aseguraremos de que paguen su parte justa de impuestos y paguen la deuda», afirmó.
El pulso entre la compañía y DeSantis, quien este año podría anunciar su intención de competir por la nominación republicana para las elecciones presidenciales de 2024, se desató cuando el entonces consejero delegado de The Walt Disney Company, Bob Chapek, criticó la ley conocida como «No digas gay».
A raíz de esta ley que entró en vigor el año pasado, y que prohíbe a los maestros hablar a los alumnos de hasta tercer grado de primaria sobre cuestiones de orientación sexual y género, Chapek además anunció que detendría sus donaciones políticas en Florida, lo que incluía al equipo del gobernador.
El republicano señaló que el pronunciamiento de Disney era «deshonesto» y que había «cruzado la línea», y un mes después de aprobada en el Congreso firmó la ley, iniciativa que impulsó su figura a nivel nacional y entre los votantes republicanos.