La evidencia de una sociedad desmoralizada en la cosificadora nueva canción de Rauw Alejandro y Daddy Yankee

Hace años, durante los MTV VMAs de 2013, Miley Cyrus, que actuaba junto a Robin Thicke, hizo lo que muchos consideraron inapropiado sobre el escenario. Entonces la escena causó una mala impresión en muchos y, lo más importante, desató una conversación en torno a lo que es lícito o no hacer en determinadas situaciones.

No obstante, en una sociedad obsesionada con el sexo resulta muy fácil subir un peldaño en la escalera de la obscenidad sin que nadie lo comente ni reaccione, como vemos que sucede con esta y otras muchas canciones, especialmente en géneros como el reguetón. Lo grosero vende.

A prueba de moralidad

Los músicos del momento, Rauw Alejandro y Daddy Yankee, también están enterados de esto, demostrándolo con muchas de sus canciones. La última de ellas es siendo la última Panties y brasieres, lanzada hace unos días pero cuyo videoclip acaba de dar la vuelta al mundo y ya ha alcanzado los 5,3 millones de reproducciones en tan solo unos días.

«Llueven los brasiere' y los panties», dice en una de las primeras oraciones el cantante y rapero de reguetón Daddy Yankee (San Juan, 1977), mientras insta a la juventud a que se «ponga 'perry' como Katy». La canción se mantiene en las listas de tendencias.

Otra de las características rampantes del reguetón es la inversión del bien y del mal. «Salió sin permiso», «cuando se portan mal», «se viste de buena, pero ella es mala». Parece que ser malo es divertido: lo malo es bueno y lo bueno, malo, una idea que no refleja la realidad.

Escondidas como canciones perfectas para la discoteca, estos temas plagados de vulgaridades van dirigidos en su gran mayoría a menores, que son los que más consumen reguetón en la actualidad, y terminan por afectar a la manera de pensar de cada uno de ellos. Además, en las principales emisoras de música es difícil escuchar otra cosa que reguetón.

«Yo no soy tu doctor pero tengo aquí la receta», dicen, y ya sin disimular añaden: «Ataca, ataca, te penetro como en básquet». «Ella tiene chocha, culo, teta'» y demás son toda la clase de comentarios que hacen respecto a las jóvenes: nada que vaya más allá de su cuerpo.