Si no conocía a Kenzaburo Oe, no es el único: los nobel de literatura más «desconocidos»
Kenzaburo Oe, recientemente fallecido, comparte espacio entre otros galardonados desconocidos, como Rabindranath Tagore o Jaroslav Seifert, en unos premios cada vez más teñidos de ideología woke
Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela, Vicente Aleixandre, Pablo Neruda o Aleksandr Solzhenitsyn son nombres que resuenan en la larga lista de los galardonados con el Premio Nobel de Literatura, a diferencia de otros no tan conocidos aunque igualmente laureados.
Recientemente, el fenómeno de ganadores anónimos se expande, incluyendo extrañezas que premian más ciertos valores de la corrección política que la calidad literaria, como el antirracismo y anticolonialismo, el feminismo, el capacitismo, el activismo social, el ambientalismo y la ecología, el indigenismo o la lucha contra el fanatismo religioso.
Así, hasta llegar al punto en que Kenzaburo Oe, premiado en el año 1994, ha fallecido este lunes y sin embargo, casi nadie sabe quién es. Como remedio a ello, he aquí una lista de los diez Premios Nobel de Literatura más desconocidos.
1. Kenzaburo Oe
Uno de los grandes críticos de su país, con un estilo de «realismo grotesco», propulsó el antiamericanismo al destacar los episodios de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki. Apasionado de la filología francesa, estudió Letras Francesas en la Universidad de Tokio, donde conoció a su admirado Jean-Paul Sartre. Fue el segundo escritor japonés que obtenía el galardón –por el conjunto de su obra literaria–, después de Yashunari Kawabata en 1968.
En su obra destacan sus narraciones sobre su hijo discapacitado –Una cuestión personal (1964)– y su activismo social, encontrando su inspiración en la Segunda Guerra Mundial –Arrancad las semillas, fusilad a los niños (1958)–, el ambientalismo –La torre de tratamiento (1990)– y el fanatismo religioso –Salto mortal (1999)–. Considerado como un radicalista de izquierdas, estuvo relacionado con el líder comunista chino Mao Zedong.
2. Abdulrazak Gurnah
Este novelista tanzano (Zanzíbar, 1948), autor en lengua inglesa, ganó el Premio Nobel en el año 2021. Su corpus literario gira en torno a la perturbación que sufren los refugiados, basándose en su experiencia personal, tras tener que refugiarse en el Reino Unido debido a la revolución de Zanzíbar (1964), que persiguió a la élite árabe a la que él pertenecía.
Su marca es la crítica al colonialismo –en África, el Caribe y la India–, tema por el que la Academia Sueca, que le hizo entrega del premio «por su penetración inflexible y compasiva de los efectos del colonialismo y los destinos de los refugiados en el abismo entre culturas y continentes», recibió críticas ya que se consideró que el galardón estaba manchado de ideología.
Entre sus novelas más conocidas se encuentran Paraíso (1994), En la orilla (2001) y Desertion (2005).
3. Eyvind Johnson
El escritor sueco Eyvind Johnson (Boden, Suecia, 1900 - Estocolmo, 1976) obtuvo el Nobel de Literatura en 1974 junto con Harry Martinson. A lo largo de su vida se vio en la necesidad de mantenerse a costa de trabajos precarios –como lavaplatos, además estuvo en una cantera y en una fábrica de ladrillos– con los que ganaba el poquito de dinero que necesitaba para mantenerse, lo que le permitía desarrollar su pasión, la escritura. Esmerado en su trabajo, llegó a publicar más de cuarenta novelas, en las que narra las dificultades de su juventud –tuvo que abandonar la escuela a los 14 años– y, posteriormente, la crítica contra los gobiernos totalitarios.
A pesar de su estrechez económica logró costearse viajes por toda Europa, pasando por aquellos lugares en que habían vivido autores cumbre de la literatura universal, quienes fueron su mayor fuente de inspiración. Entre sus obras destacan Odisea, Regreso a Ítaca (1946) y Los días de su majestad (1961).
4. Nelly Sachs
Nelly Sachs (Berlín, 1891 – Estocolmo, 1970), fue una escritora alemana de origen judío que, al comenzar la Segunda Guerra Mundial, tuvo que huir junto a su madre a Suecia (1940). Allí su familia fue recibida por Selma Lagerlöf, la primera mujer que obtuvo el Premio Nobel de Literatura (1909).
Empezó a escribir a los 17 años, cuando todavía residía en Alemania, dedicándose mayoritariamente a la poesía romántica. Sin embargo, después de los sucesos del Holocausto –incluso llegó a perder la capacidad de hablar por el terror que sufría– , su obra giró en torno al tema judío.
En las moradas de la muerte (editada en 1983) o Huida y transformación (editada en 1995) se encuentran entre sus obras más famosas.
5. Rabindranath Tagore
Rabindranath Tagore (Calcuta, 1861 – Santiniketan, India, 1941) fue el escritor más prestigioso de origen indio a comienzos del siglo XX. Con una vida que le llevó más allá del triunfo literario, fue partícipe de los acontecimientos en la India del momento, envolviéndose en la política y sociedad de la época con lo que publicó, por ejemplo, El movimiento nacional (1904), un ensayo político que abogaba por la independencia de su país.
Se educó junto a su padre en un lugar de retiro particular cuando estaba teniendo lugar una renovación espiritual en Bengala –él mismo siempre fue muy religioso–. Sin embargo, unos años después, logró viajar a Inglaterra, donde estudió literatura y música. A partir de entonces su vida se dedicó a la escritura y a la administración de sus propiedades, siendo conocido por su pacifismo, al igual que su conocido Mahatma Gandhi.
Una de sus obras más conocidas es La ofrenda lírica (1910), que forma parte de la extensa colección de escritos que llegó a publicar: dramas, novelas, poemarios e incluso recopilaciones de sus propias conferencias, que llegó a dar por todo el mundo.
6. Wole Soyinka
De origen nigeriano (Abeokuta, 1934), es el primer escritor de origen africano en conseguir el Premio Nobel, que le fue otorgado en 1986. Después de obtener excelentes calificaciones, pudo trasladarse a la Universidad de Leeds (Reino Unido) para completar su formación.
Se le conoce principalmente por mezclar las tradiciones africanas con el estilo europeo, lo que algunos escritores africanos rechazan ya que lo consideran como un símbolo del colonialismo. Sin embargo, Soyinka decidió publicar sus obras en inglés e incluso trabajar para el Royal Court Theatre, no obstante, siendo partidario del anticolonialismo.
En sus obras defiende su postura social y política, aunque de una manera ligera y humorística. Así fue hasta la guerra civil de Nigeria (1967 – 1970), cuando, tras ser encarcelado, su estilo se volvió más oscuro y crítico.
La obtención de su premio también hace sospechar que más por la calidad de su escritos, podrían basarse en su lucha por la independencia nigeriana del gobierno británico y en general frente al colonialismo, puesto que sus obras no resultan ser muy conocidas, algo que no sucede con sus opiniones sobre los comentados temas.
7. Mo Yan
Galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2012, este autor de origen chino se llama realmente Guan Moye. Sin embargo, con un inteligente juego de palabras, utiliza el pseudónimo Mo Yan, que en chino mandarín significa «no hables», en recuerdo a su infancia y a la Revolución Cultural maoísta, durante la que sus padres le dijeron constantemente que no hablara para no decir nada inconveniente.
Tras tener que dejar la escuela y trabajar en varios lugares donde debía realizar tareas forzosas, entró en el Ejército Popular de Liberación. Al ser soldado, logró algo de tiempo libre con lo que comenzó a escribir. Tras ganar un premio en una revista militar, se le permitió ingresar en la Escuela de Arte y Literatura del Ejército con lo que se dedicó por completo a la escritura.
Influido por Gabriel García Márquez, Tolstói y Faulkner, su obra más conocida es Sorgo rojo (1985 –1988), que fue trasladada al cine por el director Zhang Yimou.
8. Władysław Reymont
De origen polaco, obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1924. Con una familia particular, su madre de origen noble y su padre organista de origen humilde, los padres de Reymont soñaron con que su hijo fuera sacerdote. No obstante, desde su juventud se dieron cuenta de que ese no era verdaderamente su camino –aunque años después consideró seriamente unirse a la Orden de san Pablo Primer Eremita, con un centro destacado en Czestochowa, el santuario mariano más importante de Polonia–.
Tras dejar el colegio y desempeñar algunos trabajos para ganar dinero, pudo reunir una cantidad decente que le permitió dedicarse a la escritura y viajar por Polonia y el resto de Europa. Su obra más destacada es Los campesinos (1904 – 1909), dividida en cuatro partes que son las cuatro estaciones con las que va cambiando la vida de los campesinos.
9. Frans Eemil Sillanpää
Frans Eemil Sillanpää (Hämeenkyrö, Findalndia, 1888 –Helsinki, 1964), ganador del Premio Nobel de Literatura en 1939, tuvo un origen humilde, el cual sus padres se encargaron de medrar, logrando incluso enviarle a la Universidad de Helsinki, donde estudió medicina. Allí pudo trabar amistad con varios personajes importantes de la época.
No obstante, tras una vida en la capital, decidió retirarse con casi 50 años a su pequeño lugar de origen, donde se centró por completo en la escritura. Sus escritos son exposiciones de la vida sencilla de gente corriente, haciendo algún hincapié en los sucesos históricos que le tocaron vivir dentro de Finlandia. Dentro de toda su obra destacan especialmente La vida y el sol (1916), Los hijos del hombre en el cortejo de la vida (1917) y Santa miseria (1919).
10. Jaroslav Seifert
Jaroslav Seifert (Praga, 1901 – Praga, 1986) recibió el Premio Nobel de Literatura en 1984 debido a su trayectoria poética. Tristemente, él mismo no pudo recoger el premio debido a su mala salud, así que su hija lo hizo en su lugar. A pesar de no finalizar sus estudios, Seifert supo captar la esencia de la buena poesía a la que pronto comenzó a dedicarse junto con el periodismo. Tan solo con 20 años tuvo la alegría de ver publicada su primera colección de poemas, La ciudad en llamas (1921).
De tendencias vanguardistas, se unió a los movimientos más modernos del momento, en este caso el comunismo, que abandonó hacia 1929, tras romper relaciones con el partido Comunista de Checoslovaquia. Incluso se mostró contrario a la República Socialista Checoslovaca, que funcionaba como un Estado satélite de la URSS.