La National Gallery muestra su obra más 'fea' en una nueva exposición basada en la sátira, la vejez y la mujer
La duquesa fea de Massys abre un debate sobre la belleza en la galería londinense que analiza la representación de las mujeres en el Renacimiento y cómo esta ha perdurado hasta nuestros días
La nueva exposición «La Duquesa fea: Belleza y sátira en el Renacimiento» de la National Gallery de Londres, desde el 16 de marzo hasta el 11 de junio, se centra en las percepciones renacentistas que mediante el arte lograron configurar una serie de mujeres horrendas, mayores y desagradables, que darán lugar a una nueva serie de tópicos sobre las féminas.
La muestra gira en torno a la pieza La duquesa fea (c. 1513) del pintor flamenco Quinten Massys (Lovaina, c. 1466 – Amberes, 1530), pieza que hará compañía a su pareja Un hombre viejo (c. 1517), un préstamo único proveniente de una colección privada neoyorquina.
Asimismo, el flamenco se relacionará por primera vez con la figura de Leonardo da Vinci, que compartió su interés por las cabezas fantásticas y 'grotescas' y el vibrante intercambio artístico entre Italia y el norte de Europa en el Renacimiento. Incluso una de sus obras, un minúsculo grabado, ha sido donado por el Rey actual del Reino Unido, Carlos III.
«Massys adopta una de estas imágenes de Leonardo», explica Gabriele Finaldi, director de la galería, una de las pinacotecas más importantes del mundo. Él mismo declara que el objetivo de la exposición es plasmar que «la obsesión con la belleza no es de nuestros tiempos».
Esta clase de obras hacen palpables los cambios que se estaban produciendo en la sociedad, especialmente en su consideración sobre las mujeres. Mujeres que, habiendo sido adoradas en la Edad Media ahora pasan a ser criaturas claramente más mundanas, sin dejar de lado otras consideraciones más elevadas como las de la donna angelicata.
Humor renacentista
La duquesa fea –pintada deliberadamente de esa manera por el artista– salta a la vista por su «edad, apariencia y comportamiento», que «son notablemente diferentes a otras mujeres representadas en la colección».
La National Gallery informa que «sus rasgos faciales exagerados, su tocado diabólico, su vestido escotado y su pecho arrugado fueron utilizados por Massys para parodiar el tradicional retrato matrimonial: se trata de una anciana que actúa como una 'doncella' y ofrece a su pareja –que está vestida de manera más formal y sobria– una muestra no correspondida de su amor».
No obstante, la fealdad de la noble no es lo único que importa, pues «cuando miras más allá de la superficie, puedes descubrir a una duquesa que también es subversiva, feroz y desafiante, que se burla descaradamente de las convenciones de su época», comenta la galería.
El artista, Massys, fue uno de los primeros en fomentar esta manera satírica de representación, estilo que mostró en toda una selección de obras. Estas nuevas representaciones «fueron satirizadas y demonizadas en el Renacimiento», concluye la National Gallery.