Fosse, el primer Nobel no ideológico en años o la «cascada» de palabras que dejó el alcohol por la fe católica
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Fosse significa «catarata» en noruego. Un torrente que en la obra del Premio Nobel de Literatura 2023 va hacia atrás, como una obra audiovisual vanguardista de los 80. El agua, la caída del agua sigue el camino opuesto como buscando su origen primigenio, el manantial donde todo nació puro para que, en el momento justo de empezar su recorrido natural en el cauce, todo se volviera deshonesto.
Escribir como rezar
En esa «desbiografía» que es la obra de Fosse (El Curioso caso de Jon Fosse como El Curioso Caso de Benjamin Button) está la historia del escritor consagrado con el galardón más famoso en el viaje hasta, primero, el escritor reconocido, admirado, el representante literario de lo nórdico en sus aspectos más interiores, la soledad, la fe tras el alcoholismo (o la fe antes del alcoholismo en esta odisea inversa) que se manifiesta en Septología, los siete libros donde está Jon Fosse marcha atrás.
Al principio de todo esto, o al final, había un joven con ideas anarquistas que tenía un grupo de rock. La música no se le dio bien (no entendió por qué le dieron el Nobel a Dylan y no a Ashberry) y se puso a escribir para poder seguir adelante (mucho antes de asentarse y empezar a ir hacia atrás) y escuchar. Y rezar. Fosse descubrió que escribir era como rezar y así concluyó su Biblia personal rebobinada a través de los recuerdos y de la esencia de esos recuerdos.
Asle, el pintor alcohólico
La Septología que es la contemplación de sí mismo en los distintos caminos que no se tomaron, pero que se (re) toman en una expedición vital sin precedentes, o al menos con otros precedentes donde el intimismo se sublima hasta el reconocimiento propio del lector, reflejado en todas esas sendas de Asle, el pintor alcohólico, él, que dejó de beber por empezar a escribir, a soñar, a vivir todas sus posibles vidas pasadas por primera vez.
Lírico, íntimo, católico converso, vanguardista, brillante, sencillo y artista. La vida de Fosse es su arte cuyo contenido, aunque parezca mentira, no es lo importante, sino solo su estética. La peculiar estética de su oración que también es oración, rezo, la particular «catarata» (Fosse es «catarata») de palabras, casi 900 en los siete volúmenes de Septología que van hacia atrás para leer nuestra vida: la vida y la muerte, el amor y la libertad de imaginar (ligeros, con alegría, sin cuestiones raciales ni ideología de género de por medio) quiénes somos a partir de quiénes hubiéramos podido ser.