Cinco apellidos que podrían acreditar un pasado de origen judío
Aunque es difícil de certificar –y la fuente más segura es la Historia– la evolución del término a lo largo del tiempo aporta algunas claves
Buscar nuestro origen es algo que despierta la curiosidad de cualquier ser humano. Por ello, la siguiente lista contiene algunos apellidos, unos más frecuentes que otros, que quizá podrían indicar la ascendencia judía de su familia.
Para ello se han tomado dos vías de deducción: la primera, apellidos que hicieran referencia a términos del Antiguo Testamento, lo que sería un indicio de una mayor cercanía con el judaísmo –pues incluso actualmente muchos judíos siguen teniendo esta clase de apellidos–; y la segunda, apellidos de conversos reales.
De todos modos, es algo complicado de determinar. Lo único que podría demostrar verazmente una ascendencia judía sería investigar el propio árbol genealógico. Sobre esto, resulta que al realizar el estudio se han encontrado larguísimas listas, incluso superiores a 5.000 apellidos, que dicen ser de origen judío, una cifra considerada como demasiado elevada al albergar apellidos cuya procedencia judía no contenía mucha evidencia. Realmente la conclusión es que existen muy pocos apellidos que puedan demostrar una posibilidad de ancestros judíos.
1. Abad
La palabra 'Abad', aunque actualmente también se emplea en el español –y el resto de idiomas con cierta influencia del latín–, es de origen semita: se trata de una palabra que se expandió por Occidente gracias al cristianismo. 'Abad', que en hebreo significa 'servidor', podría haberse conservado dentro de la tradición judía, aunque si se tiene en cuenta la expansión del cristianismo, las posibilidades de que este fuera un apellido judío disminuyen.
2. Ibáñez
Dos teorías rodean este apellido: el filólogo Gutierre Tibón sostiene que, al provenir del nombre 'Ibán', derivado de 'Juan', este provendría del hebreo 'Yehohanan', que se transmitió al continente europeo bajo su variante 'Iohannes'. La otra teoría defiende su origen vasco, de 'Bañez', que significa 'pastizal'.
Aunque este apellido proviniera del hebreo, no hay seguridad de que fuera empleado por los judíos, especialmente al ser Juan un nombre tan arraigado en la tradición cristiana.
3. Leví
Es un apellido claramente judío, por su pertenencia al Antiguo Testamento, aunque actualmente poco común es España. Significa «el que une a los suyos», pues proviene de 'unido/devoto'. Leví fue uno de los hijos de Jacob y fundador de una de las doce tribus de Israel, la de los levitas, que eran transmisores del linaje sacerdotal. Con esto, se acrecientan las posibilidades de que verdaderamente fuera un apellido judío.
4. Sánchez
¿Nuestro presidente tiene un apellido de origen judío? Podría ser. El caso es que el apellido Sánchez no proviene del hebreo ni está relacionado con el Antiguo Testamento. Sin embargo, algunos judíos conversos, como la familia de Gabriel Sánchez, tesorero del Rey Fernando el Católico, adaptaron este patronímico.
5. Santángel
Este es otro caso semejante, que se conoce por fuentes históricas, pues este apellido perteneció a una serie de familias judeoconversas que vivieron en la Corona de Aragón durante el siglo XV, siendo Luis de Santángel su miembro más conocido. A lo largo de la historia, los descendientes cuyas madres provenían de esta familia han ido adoptando otros apellidos, un linaje que se puede rastrear hasta Álvaro de Urzáiz y Azlor de Aragón, duque de Villahermosa.