Una cruz del siglo XVI robada hace 42 años es hallada por dos estudiantes en una subasta online
El objeto fue encontrado justo antes de ser vendido después de que se anunciara su subasta a través de la red social Instagram
Dos estudiantes y jóvenes investigadores del Instituto de Patrimonio y Humanidades (IPH) de la Universidad de Zaragoza han sido los encargados de identificar una cruz de plata del siglo XVI en un anticuario barcelonés.
El objeto había sido robado en el año 1981 y pertenecía a la iglesia de Sant Martí Sarroca en Barcelona. 42 años más tarde, se planeaba su subasta por un precio de salida de 10.000 euros aunque se esperaba que alcanzase, realmente, los 30.000 euros.
El origen de la investigación
En 2018, los investigadores predoctorales del IPH Marc Millán y Juan Carlos Calvo eran estudiantes de Historia del Arte en la Universidad de Barcelona. El primer contacto con la pieza de plata fue a partir de la realización de sus primeras prácticas, gracias a que vieron unas fotografías antiguas del Archivo Mas de Barcelona, institución donde se conservan imágenes de cruces que en esa época no se habían identificado, según ha informado la Universidad de Zaragoza.
Entonces los estudiantes catalogaron la pieza y se dieron cuenta de que todas las fotografías habían sido capturadas en el mismo preciso momento, en la Exposición de Cruces de 1913 que se celebró en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona, ya desaparecido. Ante esto, explican que «allí se reunieron más de 200 cruces procedentes de toda Cataluña, lo que despertó el interés de importantes personalidades nacionales e internacionales del ámbito de la Historia del Arte».
Esta labor de catalogación fue objeto de trabajo académico y de artículo de investigación, este último con fecha de publicación próxima en los Quaderns del Museu Episcopal de Vic. Ambos historiadores del arte recalcan ahora que muchas de las obras que fueron partícipes de la exposición llevada a cabo en 1913 han ido desapareciendo a lo largo del último siglo, independientemente de si ha sido a raíz de la Guerra Civil o de hurtos destinados al mercado negro.
En octubre de 2023 los investigadores se toparon con la pieza en una publicación de Instagram de una casa de antigüedades. Una vez vista, compararon la imagen de la cuenta y las que conservaban de la cruz de la primera investigación y se dieron cuenta de que, efectivamente, era la pieza robada en 1981, por lo que pronto saltaron sus «alarmas».
Después de eso, se encargaron de contactar con el párroco de la iglesia, además de con el ayuntamiento y con el obispado de Sant Feliu de Llobregat, que era el propietario de la pieza y se encargó de avisar rápidamente a los Mossos d'Esquadra, justo 4 días antes de que se quisiera subastar.
Los investigadores aportaron tanto las fotografías antiguas juntos a notas de prensa relacionadas con el robo, además de explicar lo que sabían acerca de la participación de la cruz en la exposición, que ayudó a identificar el objeto fácilmente. «A todo ello sumamos la sorpresa mayúscula de los dueños legítimos de la obra, que no se esperaban que apareciese más de 40 años después», añadieron.
Entre el Gótico y el Renacimiento
Se ha podido conocer que la cruz es una manufactura catalana que se encuentra entre medias del Gótico y el Renacimiento que, según los investigadores, fue una de las protagonistas dentro del tesoro parroquial de la iglesia de Sant Martí Sarroca de Barcelona. Eran piezas que encabezaban procesiones religiosas y comitivas cívicas, según ha explicado la Universidad de Zaragoza.
Su estilo, en cambio, posee un perfil gótico con los brazos terminados en flores de lis y una macolla con inspiración arquitectónica. A pesar de ello, la decoración en relieve muestra motivos vegetales, que a la vez son fantásticos y geométricos propios de la época renacentista.