Urtasun se mete un gol en propia puerta con la Medalla de las Bellas Artes
El premio al director José Luis López-Linares desmiente la leyenda negra sobre España que el ministro de Cultura ha apoyado con sus últimas declaraciones
En una de sus primeras declaraciones como ministro, Urtasun ha señalado cómo los belgas han sabido revisar su responsabilidad colonial belga en el Congo, algo «terrorífico, una cosa racista, espantosa», y lo ha puesto como modelo de lo que «nosotros tenemos poco a poco que empezar a hacer». Supongo que cree que ésa es la tarea propia de un ministro de Cultura español: ponerse del lado de la Leyenda Negra y denunciar lo mejor de nuestra historia.
Si la España actual fuera un país mínimamente razonable, en el que el patriotismo se considerara un valor positivo y no un peligroso síntoma de fascismo, el escándalo hubiera sido mayúsculo; las consecuencias, evidentes. Ahora, en cambio, en medio del continuo disparate que estamos viviendo, ésta es una gota de agua más, algo mínimo, ante el diluvio cotidiano; solamente lo han censurado algunos medios, como El Debate, y algunos historiadores, a los que el Gobierno tachará, sin duda, de ultraderechistas.
La lamentable declaración de nuestro ministro de Cultura no es tan sorprendente: ha llegado al cargo por imposición de un partido, cuyos votos necesita Pedro Sánchez, y no aporta experiencia alguna en la gestión cultural sino pura ideología. Lo lógico, lo esperable es que la manifieste en seguida: para eso, también, lo han nombrado. Ya lo está haciendo.
Si leyeran estas declaraciones, ¿qué opinarían los grandes maestros de la historia de España y de la filología, don Ramón Menéndez Pidal, don Américo Castro, don Claudio Sánchez Albornoz, don Rafael Lapesa? Se volverían a morir pero de vergüenza: quizá es que sólo eran unos pobres fachas…
El sectarismo de la actual izquierda española va unido a su ignorancia. Leyendo las declaraciones del ministro, la duda es qué libro deberíamos recomendarle: ¡hay tantos!... Una feliz coincidencia resuelve el problema. Una semana después de estas declaraciones, el Ministerio de Cultura ha hecho pública la concesión de las Medallas de Bellas Artes de este año. Conviene recordar que los Premios Nacionales los elige un Jurado (nombrado, eso sí, por el Ministerio); las Medallas de Bellas Artes, en cambio, las otorga el Ministerio con total libertad: los directores generales proponen nombres, en cada área, y es el ministro, directamente, a dedo, el que elige a los premiados.
Esta vez, entre los galardonados con la Medalla de Bellas Artes está el prestigioso director de fotografía, director y productor audiovisual José Luis López-Linares. La nota de prensa del Ministerio alude a sus trabajos con algunos directores y a los premios que han recibido varios de sus documentales. Curiosamente, se olvida de uno de sus trabajos más recientes y, sin duda alguna, el que ha obtenido una mayor acogida: España, la primera globalización.
- Más de medio millón de personas han visto este documental: un caso único. Su éxito ha sido tal que su contenido se ha recogido luego en libro, con el mismo título (Plaza-Janés, Barcelona, noviembre 2022, 255 páginas, 25’90 euros). Es un atractivo volumen, muy ilustrado, en el que colaboran 39 historiadores de varios países.
Si hubiera visto esta película o hubiera leído este libro, ¿qué hubiera podido aprender el Ministro de Cultura? Lo resumo esquemáticamente:
- Los españoles no tenemos que pedir perdón por nuestra historia. Como dice Carmen Iglesias, «la historia del mundo no se puede explicar sin la historia de España».
2. El descubrimiento de América cambió el mundo. Define Enriqueta Vila: «Fue más importante que llegar a la luna».
3. En Hispanoamérica, no hubo colonialismo ni racismo, sino mestizaje: eran hispanos a los dos lados del Atlántico, con los mismos derechos y la misma forma de vivir.
4. Para evitar abusos, se dieron las Ordenanzas de Burgos y Valladolid (1513), la controversia de Valladolid (1550), las Leyes de Indias… Vitoria fundó el derecho de gentes, al que todos deben someterse.
5. «Llevamos a América lo mejor nuestro: lengua, religión, cultura occidental, leyes, organización social. Fue una misión evangelizadora, para hacer prevalecer los valores cristianos en una época sanguinaria». Los ejemplos son innumerables: los ingleses fundaron su primera universidad americana, Harvard, en el siglo XVII, cuando España había creado ya 10; fray Junípero Serra fundó muchas ciudades y 21 misiones en California, unidas por el Camino Real. Etcétera.
Las conclusiones de López-Linares y de los historiadores que él convocó son tajantes: «La Leyenda Negra fue la mayor operación de marketing». Lo peor es que muchos españoles la han aceptado. Afirma un principio metodológico muy claro: «No hay que juzgar la historia con criterios puramente actuales». Y saca una tristísima consecuencia: «Estamos dilapidando un tesoro».
El trabajo de López-Linares, premiado con la Medalla de las Bellas Artes, deshace literalmente las declaraciones del ministro de Cultura, el mismo que se la ha concedido. Es lo malo de premiar a un creador sin haber visto ni leído su obra. En términos futbolísticos, el ministro Urtasun se ha metido un gol: en propia puerta, por la misma escuadra.