Albert Einstein en 1921
Siete frases auténticas de Einstein, el genio que casi fue científico antes que bachiller
El premio Nobel de Física y autor de la Teoría de la Relatividad solo mostró interés en su vida por las ciencias y el librepensamiento en todo lo demás
No es verdad que Albert Einstein fuera un desastre en el colegio, el dato que apuntala la leyenda. Sí es verdad que tuvo un profesor que la tomó con él por su particular carácter. Entonces era un adolescente y aquel maestro del instituto Luitpold (que luego pasaría a llamarse Instituto Albert Einstein) le dijo que nunca sería nada en la vida.
Personalidad difícil
Al joven Einstein le gustaba la naturaleza, las matemáticas y la física y de modo propio se interesó por el cálculo como un joven artista se interesa por la pintura. En esa materia desarrolló su carrera y su personalidad. Las demás no le interesaban, así que aquel vacío lo rellenó con sus propias lecturas partiendo de la ciencia, sobre las que edificó su educación personal.
No es de extrañar que alguna persona en su camino, en este caso un profesor, pusiese en él su mirada crítica. La personalidad difícil, distinta, que tantas veces atrae y otras tantas rechaza. Como un virtuoso dedicado a su arte, fue un librepensador en su vida, incapaz desde el principio de seguir el camino indicado. El instituto lo abandonó antes de graduarse, pero necesitaba el título de bachiller para seguir su propio camino de las ciencias.
De Alemania a Estados Unidos
Fracasó varias veces antes de lograr superar ese requisito casi mínimo, tras lo que finalmente consiguió entrar en la escuela politécnica más prestigiosa de Europa en Zúrich. Se graduó como profesor de Física y Matemáticas, pero no consiguió trabajo. Pasó varios años trabajando en una oficina de patentes gracias a la intermediación de un amigo.
siete frases de einstein:
- «Cuando era joven descubrí que el dedo gordo siempre acaba haciendo un agujero en el calcetín. Así que dejé de ponerme calcetines».
- «No sé [qué armas se usarán en la Tercera Guerra Mundial]. Pero puedo decirle cuáles se usarán en la cuarta: ¡piedras!».
- «No te preocupes por tus problemas con las matemáticas, te puedo asegurar que los míos son mayores».
- «Dios no juega a los dados».
- «La ciencia sin religión está coja y la religión sin ciencia está ciega».
- «Todo el mundo tiene que sacrificarse de vez en cuando en el altar de la estupidez».
- «La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado y la imaginación circunda el mundo».
Durante ese tiempo se doctoró en lo que llamaron el «año milagroso» (1905, por el que la Unesco designó 2005 como el Año Mundial de la Física, en homenaje al centenario), los días en que escribió varios artículos capitales. Uno de ellos le proporcionó posteriormente el Nobel de Física en 1921. La figura del genio se empezaba a formar. Finalmente consiguió ser profesor de Universidad. Empezó a ser polémico y famoso. Su teoría de la relatividad provocó enconados debates. Por entonces vivía en Alemania y los nazis le miraron casi igual que aquel profesor de la adolescencia.
Antes de que Hitler se encaramara al poder abandonó Alemania y se marchó a Estados Unidos. Tuvo una oferta de acogimiento por parte de la II República española que no fructificó por la particular situación política española. Estados Unidos fue su destino final en su especial trayectoria marcada ideológicamente por un camino no transitado, propio, socialista con matices residente en una país capitalista, figura del judaísmo (sin fe religiosa) que se mostró contrario a la creación de un Estado cuya presidencia le ofrecieron; pacifista convencido que apoyó el desarrollo de las armas nucleares para evitar que lo consiguiera el nazismo...
Le extrajeron el cerebro
Murió a los 76 años de un aneurisma y dejó dispuesto que le incineraran inmediatamente después de su fallecimiento antes de que el mundo se enterara de su deceso. Su cerebro se salvó de la quema porque un cirujano se lo extrajo durante la autopsia sin conocimiento de la familia para descubrir el origen del genio que en realidad no pudo descubrirse, excepto que se reveló que la parte relacionada con la deducción matemática era más grande de lo habitual.