Sorprende David Galván lidiando un toro muy manso

Después de una apasionante novillada, se anuncia una corrida de toros que podemos considerar «de clase media». Los tres diestros han demostrado ya que saben torear, han obtenido triunfos pero no han consolidado su carrera. Necesitan los tres dar un aldabonazo, en Las Ventas.

Con reses de El Torero, de juego muy desigual, sólo David Galván lo consigue, con el más manso, al que da la lidia adecuada y brillante. A Álvaro Lorenzo se le escapa el más noble y Ángel Téllez falla mucho con la espada.

David Galván, gaditano de San Fernando (en el famoso «rincón» taurino), ha superado los treinta años y los diez de alternativa pero parece estar alcanzando ahora la madurez y se ha abierto a matar ganaderías duras. Siempre ha sido un diestro elegante, reposado, con clase. Las cornadas han frenado su carrera. Hace cinco días, cortó una oreja en su confirmación en Nimes, en la corrida en la que volvió a los toros Enrique Ponce, con el que comparte apoderado. Anecdóticamente, tiene inquietudes artísticas variadas, se ha relacionado con la creadora de «performances» Marina Abramovic.

El primer toro, rabicorto, con dos «velas», de salida rasga el capote. En la primera vara, empuja metiendo bien los riñones pero en la segunda se va; vuelve al revés, algo a lo que antes se prestaba más atención que ahora, como síntoma de mansedumbre. En la muleta, es pronto, no para pero embiste desigual. David está fácil, aguanta, logra algunos muletazos con buen estilo pero no se impone a un toro muy informal. Con una res que va a su aire, las manoletinas finales no son adecuadas. Mata bien y saluda.

El cuarto mansea mucho, embiste a oleadas, con la cara alta; protesta en el caballo, haciendo sonar el estribo. No lo pone fácil a los banderilleros: se luce Juan Carlos Rey, tragando mucho. Nadie da un duro por el toro. Galván sorprende a todos con un comienzo de faena decidido y brillante: dos series por bajo, genuflexo, que remata con preciosas trincherillas. Ha conseguido meterlo en la muleta con suavidad, en una faena fuera de lo habitual, que entusiasma al público. Lo único que no entiendo es que, en medio de una lidia tan clásica, remate algunas series mirando al tendido, ese vicio actual. Acaba también por bajo, con muletazos cercanos a la poncina. Mata bien: merecida oreja.

Son bien conocidas las cualidades del toledano Álvaro Lorenzo; entre otros triunfos, ya abrió La Puerta Grande de Las Ventas, precisamente con toros de la misma ganadería de esta tarde. Ha cambiado varias veces de apoderado. A los ocho años de alternativa, ¿por qué no ha llegado a ser reconocido como primera figura? Supongo que es una cuestión de carácter.

El segundo levanta al caballo pero blandea, a la salida de la suerte. Se luce en banderillas Fernando Sánchez, andándole al toro. Acude éste alegre a la muleta, repite con codicia. Sube la faena con algunos naturales pero el toro flaquea. Álvaro ha estado bien con el toro pero sin llegar a emocionar al público y mata a la tercera.

Recibe con templadas verónicas –las primeras de la tarde– al quinto, que sale suelto, es regular en banderillas pero mejora mucho en la muleta: embiste con nobleza, repite incansable. Logra Álvaro Lorenzo algunos naturales clásicos, de trazo largo y mano baja. Se presiente el triunfo pero, no se sabe bien por qué, la faena no se redondea, surge la división y mata a la segunda: decepción. Un toro tan bueno como éste no se te debe escapar, en Madrid.

También es toledano Ángel Téllez, sobrino de un conocido banderillero. Hace un par de años, en San Isidro, aprovechó una sustitución para abrir la Puerta Grande, con un toreo al natural de categoría. Luego, no ha logrado mantenerse en la primera línea. Ha colaborado en la lucha contra el ELA.

El tercero, el de más peso, mal picado, tardea pero saca casta, es reservón, difícil de banderillear, se suceden las pasadas en falso. Embiste sin ritmo ni clase, es pegajoso, no se despega. La faena, voluntariosa, no tiene brillo. Téllez pasa momentos de apuro, con la muleta. Y más apuros, para matarlo.

Después del gran juego del quinto, en el último volvemos al toro medio. Hasta ahora, nos habíamos librado de las chicuelinas pero no. La res se lleva la puya enhebrada. Saluda Juan Navazo, con los palos. El toro es incierto, se cierne por los dos lados. La voluntariosa faena no cuaja. Después de un pase de pecho, se queda Téllez a merced del toro, que hace por él. Acaba con temerarias manoletinas y sufre una segunda voltereta. No acierta con la técnica de la estocada y se libra por pelos del tercer aviso. Ha quedado clara su voluntad pero…

La faena de David Galván ha sorprendido mucho al público. Muchos no saben que algunas de las faenas memorables, en esta Plaza, se han hecho precisamente con toros mansos. Hay que repetir mil veces que los mansos también tienen su lidia y que ésta, además de eficaz, puede ser muy hermosa. En Las Ventas se saborea de modo especial el buen toreo por bajo. No olvidará esta tarde David Galván: además de artista, ha demostrado que también es lidiador. Ése es el camino.

POSTDATA. Las Cortes de Castilla y León acaban de aprobar una Proposición No de Ley en apoyo a la Tauromaquia, su fomento y su difusión, por 78 votos a favor, sólo uno en contra (de Podemos) y una abstención. Quiere decir que la han apoyado el PP, Vox, PSOE, UPL, Soria Ya y Por Ávila. En esa Comunidad se celebraron 2.331 espectáculos taurinos, más de los que había antes del Covid, y existen ganaderías bravas en ocho de las nueve provincias. Lo mismo hizo el Parlamento de Andalucía el pasado 16 de mayo, Día Mundial de la Tauromaquia, con el voto a favor, sin ninguna enmienda, de PP, PSOE y Vox; sólo votaron en contra Por Andalucía y Adelante Andalucía. Son dos fracasos más de las tesis antitaurinas de los ministros Urtasun y Puente; por cierto, este último, cuando era Alcalde de Valladolid, trató tan mal a la Fiesta que suscitó una manifestación en contra de su sectaria gestión antitaurina.