Morante de la Puebla interrumpe la temporada al no lograr superar un cuadro depresivo
«La interrupción es sin fecha, según se vaya encontrando el maestro», ha dicho su representante, quien ha revelado que el diestro «no responde a los antidepresivos»
En Las Ventas se escuchaba: «Morante no está». Y era verdad que no estaba. Morante estaba ausente, sin alegría, abreviando más que nunca. Dentro del burladero con la mirada perdida, la expresión extraña. Son los demonios internos de Morante y de muchas otras personas. El genio sevillano «interrumpe la temporada» de forma indefinida pero «no definitiva», según ha comunicado su apoderado esta mañana.
Madrid se queda sin su presencia en la Beneficencia: «Lamentamos mucho todo el desaguisado. A los empresarios les hemos dicho que no nos anuncien aunque hayamos apalabrado, pero sin enviar los contratos. La interrupción es sin fecha, según se vaya encontrando el maestro», ha dicho su representante, quien ha revelado que Morante «no responde a los antidepresivos y además en los últimos días le hemos hecho pruebas de todo tipo. Le fallaban las piernas y se quedaba como sin fuerza».
Es la cuarta retirada del maestro por enfermedad psiquiátrica. A su gran temporada de 2022, el hito de la tauromaquia por el que el torero artista se convirtió en príncipe del escalafón, le siguió la caída que ha venido sucediendo desde entonces hasta ahora, cuando ha vuelto a tocar suelo y con él también la tauromaquia, que queda desprovista del genio que dejó muletazos sueltos únicos (como los últimos haces de luz que le quedaban) en Madrid bajo los silbidos que probablemente ya no escuchaba, silenciados, desaparecidos por las tinieblas íntimas que han vuelto a aparecer.