J.K. Rowling pone nerviosos a los laboristas que piden reunirse con ella ante las inminentes elecciones
La autora de Harry Potter, tradicionalmente partidaria de la formación, ha dicho que no les votará por las nuevas políticas de genero
J.K. Rowling no solamente escribe en X sus opiniones contrarias a la ideología de género, sino que también escribe artículos como el que ha publicado en The Times, objeto de su penúltima controversia, la penúltima ofensiva contra las leyes transgénero de la autora de Harry Potter. Concretamente Rowling ha apuntado a Keir Starmer, líder del partido laborista (el mismo partido al que votaba la escritora) por «abandonar a las mujeres» debido a la promesa política de facilitar el cambio de sexo.
En su programa electoral, el partido de Starmer se ha comprometido a sustituir la «anticuada» necesidad de presentar pruebas que demuestren que una persona ha vivido en condición de su nuevo sexo durante dos años, por un «período de reflexión» de la misma duración.
Unas nuevas condiciones donde desaparecen los médicos y los abogados. Una pauta que no extraña después de saberse que el propio Starmer dijo en 2021 que no era correcto decir que solo las mujeres tienen cuello uterino. A pesar de esto, y parece un chiste por lo ridículo, parece que ser que el político británico es de la opinión de que los hombres tienen pene y las mujeres vagina, casi un logro extraordinario en estos tiempos.
Los laboristas piden una reunión
«Para las mujeres de izquierdas como nosotras no se trata, y nunca se ha tratado, de que las personas trans disfruten de los derechos de cualquier otro ciudadano y sean libres de presentarse e identificarse como quieran. Se trata del derecho de las mujeres y las niñas a afirmar sus límites. Se trata de la libertad de expresión y de la verdad observable», escribió Rowling, quien también afirmó que mientras las mujeres tengan que luchar por conservar derechos que ya creían conquistados no les votará.
Claro que J.K. Rowling es un personaje público con una legión de seguidores tan importante como para ser un problema el hecho de que se ponga en contra de un partido político justo antes de unas elecciones. Por esa razón, los laboristas han pedido una reunión con la escritora para hablar sobre las políticas de transición de género y «darle garantías» sobre el proceso de cambio legal de «género». Una reunión que Rowling ha aceptado solo con la condición de que los laboristas se reúnan primero con grupos de todo el Reino Unido que ella apoya:
«Estaré encantada de reunirme después de que los grupos Keep Prisons Single Sex, Lesbian Labour, Women's Rights Network, Woman's Place UK y LGB Alliance se hayan reunido en persona con la dirección laborista», escribió, además de preguntarse si Angela Raymer, portavoz del partido, «sigue considerando a las dos últimas organizaciones grupos de odio».
Concretamente, Raymer los llamó «grupos de odio transexclusionistas», la palabra que es casi la tecla de encendido de la máquina antipolíticas de género que es en sí misma J.K. Rowling, lanzada sin ningún tipo de remilgo contra la ideología que obvia la naturaleza y cuyo efecto y relevancia pública, el de la postura de la escritora, por el debate abierto ha llegado a poner en alerta a los políticos creando un precedente a tener en cuenta.