¿Cómo es la escritura de una persona vanidosa?
Todas las acepciones de la palabra en el DRAE tienen que ver con sus características grafológicas
La RAE define «vanidad» en su primera acepción como «Cualidad de vano», lo cual no tiene nada que ver con lo que nos ocupa (o más de lo que parece), sí en relación a la segunda: «Arrogancia, presunción, envanecimiento».
Todas ellas sinónimos de jactancia, vanagloria, soberbia, engreimiento, altivez, altanería, orgullo, petulancia, pedantería o fatuidad, los antónimos de humildad o modestia.
La vanidad también es caducidad, «palabra inútil o vana o insustancial» y «Vana representación, ilusión o ficción de la fantasía». Muchas de estas definiciones se relacionan con las características grafológicas de las personas vanidosas, por ejemplo, con la escritura adornada, sin ser una ciencia exacta.
La escritura con adornos, ostentosa, con mayúsculas alargadas excesivamente sobre las minúsculas o incluso con grafismos añadidos representan esa ficción, esa vanidad en el sentido de «cualidad de lo vano»: la letra es solo letra más allá de sus aderezos que, con ellos, proporcionan signos de que su autor puede ser una persona vanidosa.