Los herederos de Eiffel declaran la guerra a la alcaldesa de París por su obsesión con los anillos olímpicos

La «brillante» idea de la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, de mantener los anillos olímpicos colgados de la Torre Eiffel como forma de conservar el espíritu olímpico de la capital francesa tras los Juegos, a desatado la indignación de los herederos del brillante ingeniero Alexandre Gustave Eiffel.

Eiffel construyó la torre que lleva su nombre en el Campo de Marte de la capital francesa para la Exposición Universal de 1889.

Planteada inicialmente como una construcción efímera que debería desmantelarse tras la Exposición, se decidió finalmente conservarla, y desde entonces se ha convertido en la imagen más emblemática y reconocible de París.

La decisión de la alcaldesa de mantener los anillos instalados en el cuerpo de la torre con motivo de los Juegos Olímpicos, desvirtuaría el monumento, pondría en riesgo su estructura y crearía un elemento extraño en el diseño de la obra más importante de Eiffel.

En realidad, la idea de Hidalgo es sustituir los anillos originales por otros más ligeros, lo que demuestra que la alcaldesa es consciente de que mantener en elemento ajeno a la estructura original puede dañarla.

Los herederos de Eiffel, por medio de la Asociación de descendientes de Gustave Eiffel, no han tardado en poner el grito en el cielo. Para empezar, expresaron en declaraciones a Afp que «no nos parece apropiado que a la Torre Eiffel, que desde su construcción hace 135 años se ha convertido en el símbolo de París y, por extensión, de la propia Francia en el mundo, se le agregue el símbolo de una organización externa, de manera duradera, sea cual sea su prestigio».

No se mostraron contrarios, sin embargo, a que los anillos se mantengan durante el tiempo en que duren los Juegos Paralímpicos, actualmente en curso, «no vemos ningún problema en ello».

Aunque añadieron que «la Torre Eiffel no puede ser un soporte publicitario. Anne Hidalgo seguramente debería haber informado de que quería conservar los anillos olímpicos, no que había decidido hacerlo, y pedir la opinión del Consejo de París y de las personalidades competentes».

«Una vez transcurrido el tiempo de los Juegos, nuestro emblemático monumento debería volver a su estado natural», concluyeron.

No obstante, Anne Hidalgo parece decidida a llevar a cabo su proyecto. Afirmó en declaraciones al diario Ouest France que «como alcaldesa de París, la decisión me corresponde a mí, y tengo el acuerdo del COI. Así que sí, se quedarán en la Torre Eiffel».

Con todo, la ministra francesa de Cultura, Rachida Dati, desmintió a la alcaldesa y le recordó que una decisión de esas características tendrá que pasar por varios filtros.

«Antes de tomar cualquier decisión y de realizar cualquier anuncio al respecto, es importante que se respeten todos los procedimientos y consultas destinados a proteger el patrimonio», subrayó.

Además, hizo hincapié en que «la Torre Eiffel es un monumento protegido, obra de un inmenso ingeniero y creador. El respeto a su legado arquitectónico y a su obra requiere una autorización de obra y una evaluación de impacto, de acuerdo con la ley de patrimonio».