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19 de septiembre de 2024

Monumento a Cervantes en la Plaza de España de Madrid

Monumento a Cervantes en la Plaza de España de MadridGTRES

Un nuevo descubrimiento arroja luz sobre una de las etapas más desconocidas de la vida de Cervantes

El autor de El Quijote ejerció al final de su vida una poco agradecida actividad de recaudador de impuestos en Sevilla y alrededores para avituallar galeones y galeras del Rey

Una de las etapas más desconocidas de la vida de Miguel de Cervantes Saavedra es la que afecta al período en que el escritor ejerció de comisario real de abastos para avituallar los barcos de la Gran Armada fletada por Felipe II para luchar contra los ingleses. La Armada Invencible, en definitiva.

En 1587 el Manco de Lepanto viajó a Sevilla para ejercer su nuevo oficio y recorrió varias localidades andaluzas.

Tras cumplir su cometido, Cervantes permanecería en tierras andaluzas con otra función: aprovisionar las galeras reales que luchaban contra la piratería berberisca en el Mediterráneo.

Ahora, una investigación realizada por el historiador Bartolomé Miranda ha arrojado algo de luz a esta etapa.

Según documentación localizada y hecha pública por el investigador, Cervantes pasó por la Villa de Pilas (Sevilla) el 3 de agosto de 1593, como consta en una Carta de Obligación otorgada por el ayuntamiento de la Villa de Pilas.

Entonces estaba al servicio del proveedor general Miguel de Oviedo con la misión de ejecutar la recaudación de impuestos en un área de 12 leguas alrededor de la ciudad de Sevilla.

El mismo ayuntamiento informó que, en virtud de dicha carta la Villa de Pilas se comprometió a entregar al comisario real de abastos «doce fanegas de trigo y ocho de cebada para contribuir al aprovisionamiento de las galeras del rey».

El documento lo emitió las Casas del Cabildo de Pilas y tiene la firma del escribano público Fernando de Teva del Corral. El documento lo localizó el historiador Miranda Díaz en el Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Sanlúcar la Mayor.

Los entonces ediles de la Villa de Pilas, Gaspar Luis de Esquivel, Silvestre Álvarez, Diego Benítez y Francisco de Acosta «El Viejo» recibieron el encargo de Cervantes de recaudar el trigo y la cebada entre los vecinos del municipio.

El descubrimiento puede parecer menor, sin embargo, da nueva luz a una etapa muy desconocida del autor del Quijote, lejos de los círculos bohemios y literarios del Madrid viejo y dedicado a una labor meramente burocrática, como era la recaudación de impuestos.

Gracias al descubrimiento, la Villa de Pilas podrá solicitar su inclusión en la Red de Ciudades Cervantinas y emprenderá un programa de actividades culturales, turísticas, literarias y culinarias en torno a la figura de Miguel de Cervantes.

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