Congreso CEU CEFAS
Elio Gallego: «La verdad voluntarista le dice a la realidad humana y de las cosas cómo tiene que ser»
Jaime Mayor Oreja, Elio Gallego e Higinio Marín protagonizan las primeras sesiones de las jornadas de CEU CEFAS y la Fundación NEOS en torno a la crisis de libertad y de verdad dentro del parámetro de valores de nuestro tiempo
Jaime Mayor Oreja, Elio Gallego e Higinio Marín protagonizan las primeras sesiones de las jornadas de CEU CEFAS y la Fundación NEOS en torno a la crisis de libertad y de verdad dentro del parámetro de valores de nuestro tiempo. «Destruidas las viejas verdades sobre las que se sustentaba el mundo», hoy aparece un «ministerio orwelliano que le dice a la realidad humana cómo tiene que ser».
«Crisis de comodidad»
«La crisis de la verdad constituye la causa más profunda de todo cuanto nos sucede». Así es como han comenzado las jornadas Verdades que cuentan, celebradas en el Colegio Mayor CEU San Pablo durante este viernes y sábado, y organizadas por CEU CEFAS y la Fundación NEOS. Es una frase que ha pronunciado Jaime Mayor Oreja, presidente de NEOS y del Real Instituto Universitario CEU de Estudios Europeos. Según Mayor Oreja, «la verdad ha sido reemplazada por el relato, la mentira más difícil de combatir». Añade: «Vivimos una crisis de comodidad, no de subsistencia, como en otras épocas, y hay una ecuación que se cumple casi siempre; a más comodidad, la mentira prevalece más». Señala Mayor Oreja que la verdad resulta incómoda, porque requiere esfuerzo y conlleva consecuencias.
«El relato permanentemente acompañado del crimen ha jalonado nuestra historia reciente»
El presidente de NEOS se ha referido a la Leyenda negra, algo que llevó a los españoles a perder la confianza y encerrarse. «Hoy existe otro relato, vinculado a la izquierda más radical y el nacionalismo», dice. En su opinión, el terrorismo ha condicionado y determinado el devenir de la política española, con momentos muy marcados, como el asesinato del presidente de gobierno Carrero Blanco, o la aceptación de términos como «comunidades históricas» sólo para referirse a País Vasco y Cataluña, pero no a «Castilla, León, Aragón, Asturias». «Aquello estaba determinado por el crimen, y era un relato, no una verdad», sostiene Mayor. Dentro de las consecuencias del terrorismo, enumera la diferente manera de acceso a los estatutos de autonomía o la desaparición de las centrales nucleares en España, al contrario que en Francia.
ETA «está ganando por goleada»
Mayor Oreja sostiene que el atentado del 11 de marzo 2004 se perpetró para que «España cambiara radicalmente de dirección, y todavía no nos hemos recuperado de aquel bandazo». Dice: «El relato permanentemente acompañado del crimen ha jalonado nuestra historia reciente, y en muchas ocasiones de manera eficaz», en alusión a lo que ha venido sucediendo en las Comunidades Vasca y Catalana. Critica que, con la llegada de Rodríguez Zapatero al poder y su «mal llamado proceso de paz», «los violentos encontraron su legitimación» y ETA «está ganando por goleada». Lo cual, según el presidente de NEOS, sucede en un contexto de aguda descristianización del País Vasco debido a «la pseudo religión del nacionalismo».
Destruidas las viejas verdades, las verdades de siempre, las verdades sobre las que se sustentaba el mundo», hoy se implanta una verdad alternativa
Después de Mayor Oreja ha intervenido Elio Gallego, catedrático en la Universidad CEU San Pablo y director de CEU-CEFAS. Gallego ha explicado cómo hace varias décadas se comenzó a negar la verdad heredada por la tradición, y se la acusaba de dogmática e intolerante. Se decía entonces que «la única verdad es que no hay verdad y sólo cambio permanente», se afirmaba que «nada era sólido, la realidad era líquida». Sin embargo, ahora hemos pasado a otra etapa en la que se declara que sí hay una verdad de la cual. no cabe disentir. «Destruidas las viejas verdades, las verdades de siempre, las verdades sobre las que se sustentaba el mundo», hoy se implanta una verdad alternativa. Una verdad que «no nace de las cosas mismas», sino que es una verdad voluntarista que «nace de un proyecto ideológico»; es una especie de «ministerio orwelliano que le dice a la realidad humana y de las cosas cómo tiene que ser». Gallego entiende que defender la verdad requiere empeño y compromiso, en vez de fiarse a una actitud pasiva que espere que la propia verdad se defienda a sí misma. Cita el evangelio y apostilla: «No obliguemos a Dios a que las piedras griten».
No hay verdad, porque toda ideología es expresión de intereses de clase
A continuación, Higinio Marín —rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera (Valencia)— ha desarrollado el tema «¿Qué es la verdad?», a partir de una «historia sobre la crisis de la verdad en Occidente». Se ha referido a filósofos modernos, como Kant, cuy o pensamiento se ha caracterizado por «sacar la fe del conocimiento». Para estas filosofías, «la razón y la fe no tienen síntesis, sino que son espacios contrapuestos, inconexos», lo cual se opone a «la tesis tradicional que aspira a una síntesis de razón y fe». Según Marín, la Modernidad se establece como una «dialéctica de las síntesis» que habían estado vigentes en el mundo Antiguo y Medieval. De modo que Marx y Engels nos dicen: «lo que ustedes piensan no es lo que ustedes piensan, sino la expresión de los intereses de la clase a la que pertenecen», y esa manera de pensar y entender el mundo es la ideología. «No hay verdad, porque toda ideología es expresión de intereses de clase», resumen Marín el planteamiento marxista. Prosigue: «La verdad es una ingenuidad» dentro de la mentalidad marxista, según la cual, creer que existe la verdad es indicio de pertenecer a una clase privilegiada. Dentro del marxismo, aquellos que se erigen en salvaguarda de los «oprimidos» se califican como «agente emancipador» y el principal es el Estado, pues el marxismo es «constitutivamente estatalista» a partir de una pretendida apuesta de justicia con los marginados.
La filosofía de la sospecha apunta a que el origen de la civilización es un parricidio
«Si no hay verdad, lo que hay es poder, y el estado, según el marxismo, es el único que puede favorecer a las clases sometidas, de manera que aumentar la presión fiscal es aumentar la justicia», describe Marín la lógica interna del progresismo. Según su valoración, la socialdemocracia es un socialismo que se resigna a no imponer por completo su proyecto totalitario e incluso llega a admitir el turnismo político. En cualquier caso, Marín apunta, como comienzo de este tipo de ideas, a Lutero, quien aseguraba que «toda acción humana es pecadora de suyo», de modo que todo acaba fiándose al poder, dado que ninguno por nuestra cuenta somos capaces de obrar el bien.
«Toda forma de propiedad es un robo»
Este punto lo enlaza Marín con la «relación entre verdad y libertad»; el concepto de libertad en filosofía conlleva un concepto de verdad y viceversa, y en consecuencia las filosofías que no reconocen el libre albedrío conducen también a la negación de la verdad. El modo de conocer afecta al modo de vivir; y la disposición de confianza o bien de duda o sospecha ante la realidad es un ejemplo de esta relación entre verdad y libertad. La filosofía de la sospecha apunta a que «el origen de la civilización es un parricidio, los dioses no son más que una mera proyección de lo humano y La filosofía de la sospecha apunta a que «el origen de la civilización es un parricidio, los dioses no son más que una mera proyección de lo humano y toda forma de propiedad es un robo»». Frente a estas ideologías, Marín opta por una «propuesta orientativa» de orden antropológico «para salir de esta dinámica de crisis de la libertad».