Urtasun pone la ideología de género como esqueleto de la cultura española en el nuevo Plan de Igualdad
El texto incluye en sus 97 repetitivas y casi ininteligibles páginas obviedades e inquietantes aportaciones como el «género» como nuevo requisito para obtener subvenciones
El Ministerio de Cultura ha presentado hoy el Plan de Igualdad en la Cultura 2024-2026, que tiene como objetivo «lograr y garantizar la igualdad de género en el ámbito de la cultura» y «aplicar la perspectiva de género de manera transversal en el seno de la institución y en todos sus organismos adscritos».
Al ministro Ernest Urtasun le han acompañado en el acto de presentación la directora general de Derechos Culturales, Jazmín Beirak, así como la presidenta de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), Guadalupe Balaguer, en representación del Observatorio de Igualdad de Género en el Ámbito de la Cultura.
Según Urtasun, «este plan es un texto rico en su diversidad, propositivo, que afirma con claridad su mirada interseccional, y en el que confluyen inquietudes y sensibilidades muy distintas, que se alían en la corriente común del feminismo para dotar de perspectiva de género a todas las acciones del Ministerio de Cultura».
«Enfoque interseccional»
Jerga inconfundible y casi ininteligible, donde se pone el acento «muy especialmente» en las creadoras, las artistas y « todas las mujeres de este Ministerio». Lo que se pretende es que «toda la ciudadanía pueda acceder y disfrutar de la cultura en condiciones de igualdad, promoviendo la diversidad cultural y protegiendo los derechos de las personas que crean y trabajan en el sector».
Según el ministro, «que la igualdad se encuentre en el núcleo del Plan de Derechos Culturales es también una afirmación clarísima: es, de hecho, la forma más rigurosa y rotunda de asegurar que la creación, el acceso a los productos culturales y la participación en la vida cultural se vayan a dar, única y exclusivamente, en condiciones de igualdad». Una igualdad donde, ya se ve, no aparece el mérito o el talento por ninguna parte. Jazmín Beirak, directora general de Derechos Culturales del Ministerio de Cultura, dijo que «la igualdad de género es un enfoque fundamental para redefinir la cultura como un espacio que refleje la pluralidad y riqueza de nuestra sociedad».
El plan incorpora «un enfoque interseccional» y tiene una estructura repartida en los siguientes bloques: igualdad de oportunidades, visibilidad y reconocimiento, formación y conocimiento y prevención de violencias machistas. También se incorpora el llamado Protocolo de Prevención del Acoso Sexual por Razón de Sexo y la llamada Unidad de Atención y Prevención de las Violencias Machistas en el Sector Audiovisual y Cultural, creada en colaboración con la Academia de Cine.
Además, se prevé «la reducción de la brecha y la precariedad económica de las trabajadoras de la cultura; visibilizar a las creadoras y artistas migrantes, racializadas y del ámbito rural; formar al personal del ministerio en igualdad de género interseccional; mejorar el conocimiento sobre la situación de las profesionales e instituciones en el sector cultural; contribuir a una respuesta efectiva ante casos de violencia machista en el ámbito de la cultura; y mejorar la sensibilización y formación en este ámbito».
Interseccional es la palabra que más se repite. Y también alcanza a las subvenciones. Es decir, la perspectiva de género se tendrá en cuenta a partir de ahora a la hora de conceder aquellas. Un plan interseccional y transversal que se financiará con «los fondos propios» del Ministerio. Escribe Urtasun en el plan que se quiere «Desterrar el machismo y todas las violencias sistémicas, simbólicas y físicas, que atenazan la existencia de tantas mujeres...».
Un texto que se fundamenta en la siguiente «justificación» (sic): «En 1985, un grupo de mujeres artistas creaba en Estados Unidos el colectivo Guerrilla Girls para luchar contra el sexismo en el mundo del arte. Disfrazadas con máscaras de gorilas, denunciaban la escasa presencia de mujeres artistas en la mayoría de los museos. Casi cuarenta años después, aunque se han producido importantes cambios, la reivindicación de las Guerrilla Girls sigue siendo pertinente».
«Mirada androcéntrica»
Así que el nuevo Plan del Ministerio de Cultura está inspirado en las «Guerrilla Girls», donde inevitablemente aparecen expresiones inequívocas y definitorias como «segregación horizontal», «mirada androcéntrica» o la «violencia simbólica» que evidencia «la necesidad de elaborar un Plan de igualdad desde el Ministerio de Cultura...».
97 páginas de transversalidades e interseccionalidades que nadie va a leer (quizá esa sea la intención), pero sí que se van a llevar a cabo en los próximos dos años. Un plan sectario, «woke», un nuevo manual de ingeniería social que justifica un Ministerio y que cuenta con epígrafes tan fundamentales como «1.2.4. Cambiar la denominación del Centro de Información al Ciudadano por Centro de Información a la Ciudadanía» y tan inquietantes como «Incorporar la perspectiva de género interseccional en las subvenciones de concurrencia competitiva a través de la incorporación de criterios de valoración y requisitos».