A los 20 años realiza su primera exposición en Bogotá, para, más tarde, ingresar en la prestigiosa Academia de San Fernando de Madrid. Después, marcha a Florencia, donde aprende la técnica del fresco, y continúa estudiando en México, tras su boda con Gloria Zea en 1956. En el país azteca, le impacta el trabajo de los grandes muralistas, que le hará descubrir en sí mismo su propio lenguaje.