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La Puerta de Alcalá en una imagen reciente

La Puerta de Alcalá en una imagen reciente

La Puerta de Alcalá, en peligro: es necesaria una actuación inmediata por su grave estado de deterioro

Las obras de reforma durarán unos 12 meses con un presupuesto de tres millones de euros, lo que limitará el tráfico en la Plaza de la Independencia

La restauración de la Puerta de Alcalá se ha convertido en algo urgente y de imperiosa necesidad por el grave deterioro hallado en numerosas zonas del monumento madrileño. Así lo ha determinado Ana Laborde, la restauradora encargada de las obras de reparación del conjunto arquitectónico, que cuanto más avanzaba la inspección, más se daba cuenta de que el daño era más importante de lo que se creía en un principio. La respuesta no se ha hecho esperar y los especialistas han expresado una actuación inmediata para dar solución al problema.

El director del Patrimonio Cultural de Madrid, Luis Lafuente, anunció que se requería «una actuación inmediata, profunda, completa, que cumpla las recomendaciones y protocolos establecidos en materia de conservación del patrimonio cultural». Las obras de restauración se comenzarán a principios de 2023 y tendrán una duración estimada de 12 meses (aunque se tardará lo que sea preciso) y tendrá un coste de tres millones de euros.

Según el estudio realizado, se encontraron numerosos desperfectos en los dos tipos de piedra de los que se compone el monumento: el granito de la fachada y de la cornisa, y la caliza de la que están hechos los relieves y los grupos escultóricos. Ambas presentan una «desplacación» (levantamiento y separación de placas) y «planos de debilidad mecánica», según el informe. Otro gran problema que se ha localizado es la falta de cohesión entre las diferentes construcciones de distintas épocas.

Las obras de reformas las llevará a cabo la empresa Fernández Molina Obreros y Servicios, bajo la supervisión de la Comisión municipal de Patrimonio Histórico. Desde el ayuntamiento se quiere limitar el tráfico de la plaza mientras duren las obras, aunque se planea ensanchar las aceras para mitigar el factor dañino del tráfico de forma permanente.

Otro factor que se debe tener en cuenta es que la Puerta de Alcalá entró a formar parte del Paisaje de la Luz, que ha sido declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, por lo que cualquier modificación ha de tener la aprobación de este organismo.

Riesgo de desprendimientos

La emblemática obra construida por Francisco Sabatini en 1778 ha sufrido importantes daños desde la última limpieza y restauración de 1992: el monumento ha estado expuesto a multitud de circunstancias contaminantes, tanto climatológicas como las producidas por la contaminación de la ciudad. Una mezcla que ha acabado perjudicando hondamente la estructura que ahora presenta riesgo de desprendimiento e importantes grietas en su estructura.

Imagen de recurso de varios taxis a su paso por la Puerta de Alcalá, en la ciudad de Madrid

Imagen de recurso de varios taxis a su paso por la Puerta de Alcalá, en la ciudad de MadridEuropa Press

Las obras incluirán la sujeción de los grupos escultóricos en peligro de caída, la retirada de la cubierta de plomo para rellenar hasta alcanzar una base firme, la reconstrucción de la cubierta, la retirada del mortero en mal estado y de los elementos oxidados y otros añadidos que afectan al comportamiento de las fuerzas del conjunto. Todo ello bajo un control arqueológico y un levantamiento documental de todas aquellas actuaciones que lo requieran.

Respecto a limitar el acceso o la interacción del público, el director del Patrimonio ha expresado su negativa: «El monumento no se encuentra dentro de un museo, por lo que está sujeto a las condiciones al aire libre. Sin embargo, es un espacio abierto a la ciudadanía: cerrar para que no le pase nada es impensable».

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