'La Virgen de la Humildad' de Fra Angelico restaurada ya tiene sala propia en el Museo Thyssen
Los principales trabajos se han realizado sobre los rostros y en el manto de la Virgen, y la restauradora Susana Pérez afirma a El Debate que la obra no necesitará otra revisión «en 40 años»
La obra de Fra Angélico La Virgen de la Humildad ha recuperado luminosidad en las caras y matices en el manto de la Virgen tras un año de trabajos de análisis y restauración llevados a cabo por Susana Pérez, con apoyo de personal del Prado y Patrimonio Nacional.
La obra se expone desde 19 de diciembre en una sala especialmente concebida para su visión en el Museo Thyssen-Bornemisza, en la plaza de Neptuno. Se trata de una rotonda oscura y panorámica donde la luz se proyecta solo sobre el cuadro y su espléndido marco no original hecho de piezas reubicadas por la experta María Jofre. Aquí permanecerá un año hasta volver en diciembre de 2023 al Museo de Arte de Cataluña, donde se exhibe habitualmente como parte de un depósito del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Susana Pérez aseguró a El Debate que la restauración será duradera, «al menos 40 años». Se supone que ya no debería volver a sufrir abrasiones ni la acción de los xilófagos. Las principales intervenciones se han hecho sobre la cara de la Virgen y los colores rojo, lapislázuli y amarillo del manto. La escena ha ganado en limpieza y profundidad.
Los estudios técnicos previos han permitido observar las correcciones del artista durante la ejecución. Fruto de las radiografías y los análisis con ultravioletas e infrarrojos, se han detectado los que Susana Pérez califica de “ligeros arrepentimientos a la altura de los ojos y en la posición de las alas".
Gótico y renacentista
Fra Angélico es uno de los máximo exponentes de la pintura universal. Experto miniaturista, alcanzó el culmen de la técnica de aplicación del temple con esta obra alrededor de 1433. Representa a la Virgen con el Niño. La imagen mezcla ingredientes góticos y renacentistas: los dos mirando de frente, sin trono, con paño al fondo, pero ya sin estar mamando y en el interior.
En dos vitrinas de las paredes de la sala también están expuestos un laúd y un pequeño órgano portativo, auténticas piezas del siglo XV, muy parecidos a los que sostienen los angelitos del cuadro. El museo prevé organizar un concierto con estos instrumentos para sumergir al público en el ambiente de la Florencia tardomedieval.