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'Chica en una barca' de Pablo Picasso

Chica en una barca de Pablo PicassoSotheby's

Un retrato de Picasso a su hija Maya se vende por 20,3 millones de euros

La pintura Niña con barco se subastó el miércoles en la casa Sotheby's de Londres

El retrato de Pablo Picasso, Niña con Barco, dedicada a su hija Maya, se ha vendido por 20,3 millones de euros este 1 de marzo en Londres, según ha anunciado la casa de subastas Sotheby’s. Un precio que ha superado con creces los 14 millones por los que salió inicialmente.

El cuadro fue pintado el 4 de febrero de 1938 cuando la niña tenía dos años. El artista conservó el cuadro hasta su muerte en 1973 y posteriormente pasó a ser propiedad de Gianni Versace, antes de que finalmente Sotheby’s lo adquiriese para que formase parte de otras 25 piezas de Picasso que tenía en su colección. Según la casa de subastas este es el primer retrato de Maya que ha salido a la venta desde 1999, fecha en la que compraron la obra.

El pintor malagueño pintó hasta 14 retratos de Maya, la serie más importante dedicada a uno de sus hijos. En Niña con barco se representa a la modelo a la altura de sus ojos con el habitual estilo cubista de sus obras: Picasso consigue representar la alegría y el carácter a través del movimiento de la niña representado en la pieza.

«En sus retratos de Maya, Picasso utilizó su paleta de colores más alegre y brillante, y empleó una combinación de estilos para elevar a su hija al mismo nivel que los cuadros de su madre, Marie-Thérèse, el gran amor del artista, con la que se asocian sus cuadros más románticos. La demanda de cuadros de los años treinta sigue siendo fuerte, y una obra de este calibre es aún más notable por no haber aparecido en el mercado en casi un cuarto de siglo», ha explicado Samuel Valette, principal especialista del Departamento de Arte Impresionista de Sotheby’s.

Su hija Maya

Maya fue el fruto del matrimonio entre Picasso y Marie-Thérèse en 1935, después de la separación con la exbailarina Olga Khokhlova. Su nacimiento coincidió con una crisis existencial del artista producida tanto por la reciente separación con su mujer como por el terrible clima de la guerra que se avecinaba. La llegada de Maya trajo un periodo de paz y felicidad para el artista que volvió a pintar tras un año de abstinencia.

Maya sirvió a Picasso para encarnar su fascinación por la infancia, además de ser un acto de amor y de agradecimiento por haberle vuelto a inspirar.

La reaparición de la obra coincide con el reciente fallecimiento de Maya a los 87 años de edad el pasado 20 de diciembre. La obra hizo un recorrido enpezando Sotheby's Hong Kong, pasando por Nueva York y acabando finalmente en Londres.

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