Picasso, el cubismo, la hipocondría o el suicidio de su amigo Casagemas

«Cuando hacíamos cubismo, no teníamos ninguna intención de hacer cubismo, sino únicamente expresar lo que teníamos dentro». Estas palabras las pronunció Pablo Ruiz Picasso que, junto con George Braque y Juan Gris desarrollaron este movimiento artístico de 1907 a 1917. El cubismo comportó que, dentro de su evolución, se interesaran por la cuarta dimensión. Picasso y Duchamp trabajaron sobre ella, porque la cuarta dimensión era un concepto que llevó al ser humano a seguir preguntándose sobre su papel en el universo, motivándolo a ver y entender el nuevo universo que se le estaba planteando.

El movimiento cubista se centró, principalmente en París y, en concreto, en Montmartre. Ahí vivieron Picasso, Braque, Gris, Max Jacob o Mateo Modigliani. El primer cuadro que puede considerarse cubista es Las señoritas de Avignon, de Picasso, de 1907. Sobre este movimiento dijo Picasso que «no tiene ninguna importancia. Yo no sé inglés y para mí un libro en inglés es un libro vacío, pero eso no significa que el inglés no exista… el cubismo no es ni una semilla ni un feto sino un arte que trata sobre todo de las formas y, cuando una forma se materializa, ésa vive su propia vida».

Del cubismo al surrealismo

La I Guerra Mundial acabó con el cubismo o podemos decir que lo aletargó. De todos los artista sólo Juan Gris continuó siendo un pintor cubista. Picasso evolucionó hacia el surrealismo, que teorizó André Bretón. El surrealismo fue también el camino que tomaron algunos artistas que estuvieron involucrados en el movimiento Dadá. Así pues, el cubismo y el dadaísmo confluyeron en el surrealismo.

Picasso falleció, un día como hoy, en la granja de Notre Dame de vie, en Mougins, en 1973, de un edema pulmonar. Cincuenta años después de su muerte aún continua siendo un personaje polémico. Lo fue en vida al ser un personaje testarudo, caprichoso, tiránico y egocéntrico. También mujeriego, malhumorado y con un carácter endiablado. Sin embargo, a pesar de todo ello, está considerado como uno de los mejores pintores del siglo XX.

En la película Modigliani (2004) con Andy García y Omid Djallili como Picasso, se asegura que la última palabra que dijo, antes de morir, fue Modigliani. Como colofón de la película está muy bien. La realidad es otra. A un abogado de Cannes le dijo, parece que con buen humor, «bebe a mi salud, yo no puedo beber más». Esa noche murió. Picasso está enterrado, junto a su última mujer Jacqueline Roque Hutin, en el castillo de Vauvenargues, cerca de Aix en Provence. Esta enterrado al pie de la escalinata de dicha castillo, propiedad de Catherine Hutin. En la cabecera de la tumba se colocó la escultura Mujer oferente. No existen fotografías de la tumba de Picasso al estar siempre cerrado el castillo a los visitantes.

A parte de esta anécdota hay otras curiosidades en la vida de Picasso. En el momento de nacer todos temieron que hubiera muerto. El doctor, que era su tío, con calma se encendió un puro y le echó el humo al recién nacido que, en aquel momento se puso a llorar. El recién nacido fue bautizado, según la partida, con los nombres de Pablo, Diego, José, Francisco de Paula, Juan Nepomuceno, María de los Remedios, Cipriano de la Santísima Trinidad, Mártir, Patricio, Clito Ruiz Picasso.

La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando

Quizás la frase más conocida que pronunció fue «la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando». Era hipocondríaco. Se cuenta que debajo de su cama tenía una maleta llena de dinero. Ciertas noches se despertaba con ansiedad pensando que era pobre. En aquel momento cogía la maleta, la abría y empezaba a contar billetes. Se quedaba satisfecho porque, al menos para el día siguiente tenía dinero. Y volvía a dormirse tranquilo.

Se cuanta que, en cierta ocasión, estando en la playa se le acercó un niño. Este llevaba un papel y le pidió que le dedicara un dibujo. Picasso se percató que eran sus padres los que le habían enviado para conseguir una obra suya. Sin pensárselo dos veces cogió el papel, lo rompió y le firmó la espalda al niño. Cuando explicó lo que había pasado añadió que «me gustaría saber si lo han vuelto a lavar».

Lo que mucha gente no sabe es que Picasso fue director del Museo del Prado. En septiembre de 1936 el gobierno de la república lo nombró. Aceptó el nombramiento, pero nunca tomó posesión del puesto ni existe revocación del cargo. Eso significa que sigue siendo director del museo desde 1936. Como dijo Dalí: «Picasso es español; yo también. Picasso es un genio; yo también. Picasso tiene unos 72 años; yo 48. Picasso es conocido mundialmente; yo también. Picasso es comunista; yo tampoco».

El suicidio de Casagemas

Un hecho que marcó su vida fue el suicidio del pintor Carlos Casagemas. Nacido en Barcelona, donde se conoció con Picasso, esta considerado una de las personalidades más enigmáticas del panorama artístico. Ambos viajaron a París y se instalaron en el antiguo estudio de Isidre Nonell. Se enamoró de Laure Gargallo, conocida como Germaine Pichot. Era una modelo. La relación no funcionó como consecuencia de la impotencia de Casagemas. Picasso se dio cuenta que las cosas no iban bien y decidió llevárselo a Málaga para pasar las navidades. Estaba tan obsesionado por la modelo que regresó a París. El final de la historia forma parte de un romanticismo macabro. Era un 17 de febrero de 1901. Ambos estaban en el Café Hippodrome de París. Germaine lo rechazó. En ese momento Casagemas intentó matarla con una pistola. Al fallar el tiro se apuntó a la cabeza y disparó. Tenía 20 años. Estaban presentes Manolo Hugué y Manuel Pallarés.

Picasso se obsesionó tanto por la muerte de su amigo que le dedicó varios cuadros. La muerte de Casagemas supuso un cambio en los periodos artísticos de Picasso. Después de aquel suceso empezó el periodo azul (1901-1904). Dedicados al amigo muerto pinto tres cuadros. Dos se titulan La muerte de Casagemas y otro El entierro de Casagemas. Tres meses después de su muerte inició una relación con Germaine.