La juventud hace muecas, de Adriaen Brouwer
Además, este estilo tiene que ver con las personas que eran pintadas, las cuales eran ciudadanos trabajadores, anónimos. Esto lo vuelve disruptivo ya que hasta ese momento, la mayoría de los retratos se hacían sobre personajes poderosos, ya sea figuras de la corte, del poder económico o religioso.