El fresco más famoso de los techos de la Capilla Sixtina. Representa el libro del Génesis, cuando Dios da vida al hombre. Cuatro años pasó subido entre andamios, pintando tumbado, Miguel Ángel. Dios a bordo de un cerebro o incluso un útero por la forma. El hombre, Adán, lánguido, inocente, musculoso, y la imagen eterna del dedo creador.