Un nuevo ejemplo de restauración desafortunada, este, por fortuna, tuvo arreglo, es el de la imagen de San Jorge en la iglesia de San Miguel de Estella. La escultura del santo a caballo de la localidad navarra, una valiosa pieza del siglo XVI en madera policromada, quedó destrozada tras una intervención no profesional con colores pastel. El resultado: un San Jorge con aspecto de plastilina. Como decimos, un equipo de restauradores profesionales pudo revertir la intervención y recuperar la policromía original.