¿Qué tienen en común Justin Trudeau y los Rolling Stones?: la respuesta va más allá de la casualidad
Según la biografía de Keith Richards, la madre del primer ministro canadiense tuvo una relación con él al mismo tiempo que con sus compañeros de banda Ron Wood y Mick Jagger
El recientemente dimitido primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, paradigma de la socialdemocracia «woke» durante una década como mandatario, guarda historias familiares curiosas. Muchas de ellas relacionadas con su madre Margaret.
El padre de Trudeau, Pierre Elliot, líder de izquierdas y católico, también fue primer ministro y se casó con la hija de un ministro y futura madre de otro primer ministro. La vida alegre de Margaret Sinclair, aristócrata y jipi, escribió sustanciosas páginas en la prensa amarilla y también musical.
Margaret tenía una relación con el guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, cuando este precisamente fue detenido en Toronto por posesión de drogas. Pero esto no es todo.
Jack Nicholson y ¿Fidel Castro?
Margaret Sinclair, luego Trudeau, madre del absoluta y políticamente correcto Justin, resulta que al mismo tiempo mantenía otra relación con Ron Wood, otro de los Stones, y no acaba ahí el asunto, sino que también tenía otra con Mick Jagger: el increíble trío amoroso «rollingstoniano» de una ex primera dama de Canadá, con detenciones incluidas.
La «perfección» de Trudeau, Justin, escondía «imperfecciones» familiares, o maternales, que en su día fueron un escándalo. Con apenas 30 años publicó su biografía, mayormente amatoria, y por si fuera poco, un año después publicó otra. Ryan O'Neal y Jack Nicholson también estuvieron entre sus conquistas.
El trastorno bipolar es la causa oficial de una vida azarosa que también tuvo a Ted Kennedy entre sus brazos y a muchos otros, también anónimos, entre las paredes de la mítica discoteca Studio 54, de la que era asidua y famosa. Una existencia que con la llegada al poder de su hijo en 2015 (otra curiosa historia apócrifa circuló sobre el supuesto parecido de este con Fidel Castro) cambió casi repentinamente.
Margaret actualmente es la presidenta de la asociación WaterCan, con sede en Ottawa, la ciudad donde reside también el primer ministro dimitido, que se dedica al desarrollo sostenible y al suministro de agua potable en países en subdesarrollo. Una actividad en línea y perfectamente homologada y asimilable a las políticas de su hijo, cuya buena imagen (de la que parecen haberse cansado los canadienses) no ha podido sostener su extraño Gobierno de diez años (que él pretendía que fueran muchos más) para una democracia.