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Carlos Alcaraz celebra un punto durante su partido contra Novak Djokovic

Carlos Alcaraz celebra un punto durante su partido contra Novak Djokovic

Los dos puntos con los que Alcaraz puso en pie a la Caja Mágica

Aunque el partido estuvo repleto de acciones de mérito, hubo dos golpes que fueron especialmente celebrados en la pista madrileña

Cada día que pasa, Carlos Alcaraz acumula postales para una carrera a la que ya se le queda corto el adjetivo «prometedora». El día después de vencer a Rafael Nadal, ídolo y bandera del deporte español, el tenista murciano ha derrotado a Novak Djokovic –número 1 del mundo– para meterse en la final del Mutua Madrid Open. Una victoria brillante y repleta de talento.

En las más de tres horas que duró el partido, el estadio Manolo Santana disfrutó de momentos de tenis de muchos quilates, pero hubo dos puntos que la pista celebró especialmente por su emoción y relevancia.

El primero quizá fue el que amarró la victoria en el segundo set. Tuvo muchos ingredientes: un punto largo con Djokovic al saque, una dejada demencial (de las muchas que hizo a lo largo del partido) y una última carrera al límite de las fuerzas de prácticamente cualquiera.

El segundo fue sin duda el que supuso finalmente la victoria, y el que los archivos guardarán bajo llave y a temperatura estable para sacarlo de aquí a unos años y decir: «Este era con apenas 19 años, ganando al número 1 del mundo». En esta ocasión la bola se la jugó sacando él.

«Le felicito. Ha aguantado muy bien los nervios. Que alguien de su edad juegue con tanta madurez y coraje es impresionante. Se mereció ganar», aseguró el número uno mundial en conferencia de prensa tras caer por 6-7 (5), 7-5 y 7-6 (5). «Tuve muchas oportunidades y fue un partido fantástico, una gran batalla. Pero estoy muy decepcionado por no haber podido aprovechar mis oportunidades en el segundo set. En el tercer set tuve muchos puntos de rotura», resumió Djokovic.

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