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Bennett logra en Breda su segunda victoria consecutiva en La Vuelta

Bennett logra en Breda su segunda victoria consecutiva en La VueltaEFE

Vuelta a España: 3ª etapa

Bennett, rey del esprint en el adiós de La Vuelta a los Países Bajos

La última etapa en este país vuelve a ser una victoria del irlandés; Edoardo Affini, nuevo líder

En el segundo esprint de La Vuelta ha vuelto a repuntar la figura poderosa de Sam Bennett, quien ha firmado un contundente doblete (segunda victoria consecutiva) en un rápida tercera etapa disputada a través de 193,2 km con salida y meta en Breda, en la que otro corredor del Jumbo Visma, Edoardo Affini, ha pasado a enfundarse la roja.

Ha sido otra jornada supersónica disputada a 47.1 km/hora, con nervios y «calentones» como el que indignó a Valverde porque el recorrido, con muchas carreteras estrechas, «parece que pasa 7 veces por el mismo pueblo». Desenlace previsto al esprint, donde Bennett volvió a alzar de nuevo los brazos. El velocista del Bora, que llevaba dos años sin triunfar en las grandes, se llevó la etapa con un tiempo de 4h.05.53, por delante de Mads Pedersen y del británico Daniel McLay.

En la clasificación general siguió la alternancia del maillot rojo en el Jumbo Visma, que sigue sacando rédito de su victoria en la crono inicial por equipos. Lo estrenó Gesink, en Utrecht se lo pasó a Teunissen y en Breda se lo enfundó el italiano nacido hace 26 años Edoardo Affini. El ciclista transalpino llegará a Vitoria para descansar como líder, eso si, ficticio, pues el jefe real de la general es Primoz Roglic, que es tercero, con 13 segundos de ventaja sobre Richard Carapaz y Carlos Rodriguez, ambos a 13 segundos, rivales a tener en cuenta más directos.

Pelotón bendecido para la etapa maratón

Etapa maratón, la más larga de la presente edición que despidió al pelotón después de 3 días en los Países Bajos. 7 corredores se lanzaron a la escapada del día. José Herrada (Cofidis), Van den Berg (EF Education), obligado en defensa del maillot de la montaña, Bakelants (Intermarché), De Gendt (Lotto Soudal), Ander Okamika (Burgos-BH), Pau Miquel (Kern Pharma) y Mikel Iturria (Euskaltel-Euskadi) se lanzaron en busca del milagro.

Mucha ilusión invertida para un sueño imposible. Las etapas están caras. El septeto no alcanzó en ningún momento más de 5 minutos de renta. Al paso por la tachuela de cuarta de Ruzendeweg el pelotón ya tenía al grupo cabecero a tiro de piedra. El canadiense Michael Woods (Israel), uno de los aspirantes al podio, ya estaba camino del hospital tras una dura caída.

Bennett no admite rival al sprint

El belga De Gendt puntuó en cabeza en la cota y en el esprint intermedio de Sint Willebrord, luego se dejó alcanzar por la marabunta minutos antes del fin de la fuga a 14 de meta. A punto de activarse el protocolo del esprint otra caída derribó a Carapaz, pero sin consecuencias para el campeón olímpico. El Alpecin Deceuninck de Merlier mostró sus intenciones de lejos, trabajó a destajo en la aproximación tirando a bloque, pero el Jumbo tomó el relevo para llevar a sus efectivos dentro de la zona de seguridad de los 3 últimos km. El entonces líder, Teunissen, era un gregario más en la protección de Roglic, el patrón de la Vuelta aunque no vaya de rojo.

Fue un esprint sin orden. Ningún equipo parece imponer su «treno» en las pruebas grandes en la actualidad. Son muchas formaciones las que se ponen delante para lanzar a sus candidatos, como el UAE, quien atacó fuerte a menos de un km para lanzar a Ackerman. Pero los hombres del Bora se metieron por medio, al igual que los ahora amarillos del Arkea, pensando en las opciones de McLay.

Edoardo Affini, nuevo líder de La Vuelta

Edoardo Affini, nuevo líder de La VueltaEFE

Entre todos emergió de nuevo la figura verde del irlandés Sam Bennett, poderoso, potente, capaz de rendir a todos sus adversarios. que le entregaron la llave de la victoria al compatriota del mítico Sean Kelly, ganador de cuatro maillots verdes en la ronda española. Fue la quinta victoria de Bennett en la Vuelta, proclamándose rey del esprint. El resto de oponentes lucharon como héroes para perder, para encajar una derrota digna, respetada, como aquella reflejada por Velázquez en La rendición de Breda, cuando las tropas del ejército local representadas por Justino de Nassau entregaron las llaves de la ciudad al general del ejército español Ambrosio de Spinola.

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