La lucha de un entrenador al que suspendieron por rezar en los partidos: el Supremo de Estados Unidos le da la razón
Joseph Kennedy, técnico de fútbol americano, fue suspendido en 2015 al rezar con sus jugadores en los encuentros; ahora le tienen que readmitir tras el amparo del Tribunal Supremo
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha amparado a un entrenador de fútbol americano que fue suspendido por su equipo al rezar con sus jugadores en los partidos.
Joseph Kennedy, entrenador asistente del equipo del instituto Bremerton High School del estado de Washington, lleva varios meses luchando en su derecho a rezar en los partidos de su equipo y en el campo, motivo por el que fue suspendido por el club.
No le pueden prohibir rezar
El equipo le había apartado argumentando que los rezos suponían una aprobación expresa de una religión, en este caso el cristianismo, por parte de un empleado público, algo que explicaban está explícitamente prohibido en la Primera Enmienda con el objetivo de separar Iglesia y Estado.
Sin embargo, el Tribunal Supremo dictaminó que el distrito escolar no puede prohibir al entrenador mostrar su fe en el campo de juego, ya que esta expresión está protegida por su derecho a la libertad de expresión y religiosa recogido en la Primera Enmienda.
Readmitido
Así, el Tribunal amparó a Kennedy, que ahora tiene que ser readmitido en este equipo de fútbol americano y que podrá seguir expresando su fe en el campo y con sus jugadores. El club ya ha explicado que readmitirá al entrenador asistente y que lo hará en marzo de 2023 como fecha límite. Joseph Kennedy lleva suspendido desde 2015.
A su vez, este técnico defendió siempre que él no obligaba a los jugadores a rezar con él y que trataba de la misma manera a los que no lo hacían. Sin embargo, el director del instituto testificó que un padre se quejó ya que su hijo se había sentido obligado a participar en los rezos por miedo a que el técnico le diera menos minutos de juego en futuros partidos.
Podrá seguir rezando
Según el Supremo, los tribunales por los que ha pasado este caso -y que habían fallado a favor del distrito escolar- consideraron «de manera preocupante» que cualquier empleado público habla en representación del Gobierno y, por tanto, no está protegido por la Primera Enmienda.
Durante años, Kennedy se arrodilló y rezó con sus jugadores en el campo, hasta que en 2015 el distrito escolar se enteró y le pidió parar. El entrenador siguió rezando y permitiendo a los estudiantes que quisieran unirse hacerlo también hasta que fue suspendido.