Jordan Díaz, el desertor que prefirió no darle medallas a Cuba para sí ganarlas con España

Julio de 2021. A pocos días del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, Jordan Díaz deserta de Cuba y abandona la delegación deportiva con la que había viajado a Castellón. Aprovechando la celebración de una prueba en esta localidad española, Díaz deja de lado a Cuba y se 'refugia' en España. Concretamente en Zaragoza, donde se esconde en casa de unos amigos. En el aeropuerto de Barajas se le había perdido la pista.

El movimiento, tan difícil a nivel humano y sentimental, estaba perfectamente estudiado, pero conllevaba una importante pérdida deportiva: hacer eso le implica no competir en la cita olímpica para la que era uno de los favoritos en el triple salto. Por los datos que ya llevaba hubiera ganado la medalla de bronce.

Jordan Díaz es una de esas figuras a las que el deporte le permite poder salir de donde no quiere estar. Este cubano de ahora 21 años sabía a la perfección que en su país natal era imposible progresar. No solo eso, sino que los éxitos individuales que uno consigue –y él ya había conseguido varios a nivel internacional– se los apropia la dictadura del país, que hasta se queda la inmensa mayoría del dinero que cualquier deportista consigue por sus logros.

Considerado una de las grandes promesas del atletismo y del triple salto en concreto, Jordan Díaz fue, entre otras cosas, campeón en los Juegos Olímpicos de la Juventud, campeón mundial sub-18 y sub-20 y ha batido en cuatro ocasiones, para ir al presente, la plusmarca absoluta de España del triple salto. Porque Díaz, desde el día que desertó, compite en nuestro país.

El estímulo era España

Aprovechando una competición en Castellón, Jordan se fue de la concentración cubana. Al ser solo elegible por su país hizo el gran sacrificio de perderse una cita olímpica a la que ya llegaba como favorito a medalla. Él, como ha reconocido, sentía que tenía que hacerlo porque «mis resultados no valían para nada». Necesitaba «un estímulo», contó hace unos meses a El País, donde explicó que su familia le dio el último empujón: «me dijeron tú tienes que irte, tienes que irte si quieres ser grande, si quieres coger los beneficios que te corresponden...».

Y se fue. Se quedó en España y se puso a las órdenes de Iván Pedroso, leyenda de esta disciplina, campeón del mundo y olímpico y también entrenador de Ana Peleteiro y de Yulimar Rojas, otra triple campeona mundial y también olímpica. Desde ese momento, último semestre de 2021, trabaja y compite en España y su esfuerzo se le vio premiado hace pocas semanas: World Athletics –Federación Internacional de Atletismo– comunicó que Jordan Díaz puede ser elegible con España... a partir del 28 de junio de 2024.

Esta fecha no es cualquiera. Es justo un mes –28 días– antes de que se inicien los Juegos Olímpicos de París. Y ahí, en la gran cita deportiva, Díaz podrá competir con España. Y es una de las opciones más viables de medalla. El atleta, además, es español desde inicios de este 2022, momento en el que el Gobierno le dio la nacionalidad por carta de naturaleza. Es la misma vía que se hizo con Lorenzo Brown, con la diferencia de que Jordan Díaz sí vive, trabaja y compite en España, incluyendo el hecho de que dejó su país natal.

Así, se da la circunstancia de que la estrella del triple salto sí podrá competir en los Juegos Olímpicos con España, pero no en la preparación previa. No podrá estar en el Mundial que se disputará en Budapest en 2023 y tampoco lo hará en el Europeo que se hará a inicios del mes de junio de 2024 en Roma porque su licencia no llega a tiempo. Por 28 días sí llega a los Juegos Olímpicos como español, pero no tendrá la preparación previa de la que cualquier otro atleta sí disponga.

Que compita como español ha costado mucho y eso que él es español desde febrero. World Athletics le ha ido presentando como cubano en cada prueba que disputaba, también de la Diamond League, la principal competición de atletismo que reúne a las 15 principales pruebas de este deporte a lo largo del año. Eso ya no lo puede hacer a partir de noviembre, donde además del pasaporte, Díaz también figura ya como español en la licencia deportiva.

Era su sueño y la consigue tras un sacrificio personal y deportivo. Jordan prefirió perderse los Juegos de Tokio para no representar ya más a Cuba y pensar en el futuro. Ese futuro pasa por ganar las medallas, si es que las consigue, con España, país en el que bate los récords en el triple salto y ya ha ganado en varias competiciones. Por 28 días podrá competir en los JJ.OO., el sueño de todo deportista, y con la bandera que él quiso.