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Tadej Pogacar ganó la 14ª etapa del Tour de Francia

Tadej Pogacar ganó la 14ª etapa del Tour de FranciaAFP

Tadej Pogacar irrumpe en los Pirineos como dueño y señor del maillot amarillo

El ciclista esloveno volvió a demostrar su tremenda superioridad respecto a Vingegaard y se coloca aún más líder del Tour de Francia

Con una demostración marca de la casa, atacando de lejos, el esloveno Tadej Pogacar (UAE) irrumpió en los Pirineos con un golpe en solitario que le dio la victoria en la decimocuarta etapa del Tour de Francia, disputada entre Pau y Saint-Lary Soulan-Pla D'Adet, de 151,0 km, en la que reforzó el maillot amarillo ante el danés Jonas Vingegaard, su enemigo número 1.

Otra demostración de Pogacar en la primera gran cita de alta montaña. Ganó la etapa del Galibier y se llevó la del Tourmalet, la número 13 de su cuenta en el Tour. Un ataque en solitario que le permitió presentarse en la meta de Pla D'Adet con un tiempo de 4h.01.52, a una media de 37,7 km/hora.

Triunfo en solitario, dando otro golpe encima de la mesa, que sólo contestó, algo lejos, a 39 segundos en meta, el danés Jonas Vingegaard. El fuego contra el hielo, y ganó el impulso volcánico del esloveno. Metió tiempo a todos sus rivales, además agraciado con los 10 segundos de bonificación. Remco Evenepoel cruzó la meta a 1.10 y Carlos Rodríguez a 1.19, dando otro paso atrás en sus aspiraciones de alcanzar el podio. Landa salvó los muebles, pero cedió 1.29.

La general y los puestos del podio se aclararon en las montañas pirenaicas. Pogacar se queda frente a frente con Vingegaard, el duelo previsto y esperado, pero la diferencia entre ambos ya ronda los 2 minutos, en concreto 1.57. Evenepoel pasa al tercer escalón a 2.22, Almeida es cuarto a 6.01, Carlos Rodríguez quinto a 6.09 y Mikel Landa sexto a 7.17.

Oier Lezkano pasa a la historia del Tourmalet

El primer ascenso del día era «su majestad el Tourmalet (Especial, 19 km al 7,4), la montaña de las montañas del Tour, coronada por primera vez en 1910, el primer gran puerto y más transitado en la historia de la «Grande Boucle», 87 veces. Octave Lapize fue el primer héroe en su cima, situada a 2.115 metros.

Una sorpresa esperaba al ciclismo español en la presente edición. Oier Lazkano (Movistar) se apuntó a la historia del Tourmalet coronando en solitario la mítica cima. El vitoriano, titular en las escapadas, se metió en la fuga inicial, y a falta de 500 metros del alto respondió a un ataque del francés Gaudu para irrumpir en solitario en el palmarés del Tourmalet.

Lazkano, excampeón nacional y elegido para a crono y prueba de ruta en los Juegos Olímpicos de París, toma el testigo del cántabro David de la Fuente, último español que tuvo tal honor en 2006. Antes, pusieron su nombre nada menos que Bahamontes y Julio Jiménez, entre otros.

En esta ocasión Lazkano hizo la subida al Tourmalet a 20.6 km/hora. Se llevó además 5.000 euros en concepto de «Premio Jacques Goddet». La carrera marchaba tranquila, con el grupo de favoritos a 3.30 minutos, dirigido por el los hombres del UAE, con el gigante alemán Nils Politt al frente. Todos al trantrán.

Pogacar remata por todo lo alto la estrategia del UAE

El descenso del Tourmalet mantuvo la fuga con Lazkano, Gaudu, Kwiatkowski, Healy y Meintjes, pero en el grupo de la alta jerarquía ya iban los guerreros del UAE afilando los cuchillos. Gaudu le devolvió el golpe a Lazkano en la cima del Hourquette D'Ancizan (2a, 8,2 km al 5,1) coronando por milímetros ante el español.

La batalla estaba marcada en el ascenso a Pla D'Adet. A pie de puerto la fuga empezó a desintegrarse a marchas forzadas, y el grupo del líder acechaba a poco más de 1 minuto. El irlandés Ben Healy (EF Education) decidió quemar las naves de lejos, soltando a Lazkano, inasequible al desaliento.

A 8 km de meta el UAE desplegó su estrategia. Atacó Adam Yates, séptimo en la general para obligar a desgastar sus peones al Visma y Soudal de Vingegaard y Evenepoel, o tal vez para un ataque posterior de Pogacar que le permitiera enlazar con el británico y volar ambos hasta la cima.

La segunda posibilidad fue la buena. Pogacar atacó a 5 km de la cima, atrapó a Healy, último superviviente de la fuga del día, y a Yates. Y ya no miró atrás. Sálvese quien pueda. Vingegaard, siempre frío, sin perder los estribos, se puso a perseguir, a su ritmo. Los demás, Evenepoel, Rodríguez y compañía nadaban como podían con una corriente muy adversa.

El maillot amarillo devoró la subida plagada de aficionados, por un pasillo estrello que la falta de sentido común de algunos convierte en intransitable. Los mensajes para respetar a los corredores no terminan de calar en algunos. Pogacar iba quemando la traca, Vingegaard machacando sus pedales para aminorar los daños.

Al final, la etapa dejó frente a frente a los ganadores de los últimos 4 Tours de Francia. Pogacar dio un paso más para el soñado doblete Giro-Tour, logro firmado por última vez por Pantani en 1998. Vingegaard asumió ya el cargo de jefe de la oposición. Su frialdad y coraje no conoce límites, y su desafío es demostrar que aún queda mucho Tour.

Este domingo la semana se cierra con la decimoquinta etapa y segunda en Pirineos entre Loudenvielle y Plateau de Beille, de 197,7 km. Llega una de las citas claves del Tour con 4.850 metros de desnivel y 5 puertos exigentes. Para empezar el Peyresourde (6,9 km al 7,8 %), para después enlazar con el Col de Menté y el Portet D'Aspet.

El punto fuerte, donde se van a citar los favoritos, será el ascenso al Plateau de Beille, de categoría especial, con la meta a 1.780 metros después de ascender 15,5 km al 7,9). Día que puede aclarar muchas cosas en la general.

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