El significado del símbolo de los Juegos Paralímpicos y que no son los aros

Una vez superada la resaca de los Juegos Olímpicos de París, finalizados el pasado 11 de agosto, nos encontramos a escasas horas de que de comienzo otra de las citas deportivas más esperadas: los Juegos Paralímpicos. Este acontecimiento, cuyo inicio data en 1960, incorpora y contempla distintos aspectos que se diferencian notablemente de los Juegos Olímpicos, empezando por el símbolo.

Para hacernos una idea, el icono de los Juegos Paralímpicos, conocido como «Agitos», es uno de los emblemas más reconocidos a nivel mundial dentro del ámbito deportivo, representando no solo un evento de competencia, sino también la inclusión, la diversidad y el poder del espíritu humano.

Este símbolo, compuesto por tres formas curvas de colores azul, rojo y verde, encarna la esencia misma de los Juegos Paralímpicos y su misión. El término «Agitos» proviene del latín «agito», que significa «en movimiento». Este concepto es fundamental para comprender la esencia del símbolo, que busca reflejar la capacidad de los atletas paralímpicos de inspirar movimiento, superación y cambio.

Las tres formas curvas que componen el «Agitos» rodean un punto central invisible, representando a los atletas paralímpicos que se reúnen desde diferentes rincones del mundo para competir y demostrar sus habilidades. Los colores de las curvas no fueron elegidos al azar; son los tres colores que más frecuentemente aparecen en las banderas nacionales alrededor del mundo, lo que subraya el carácter global e inclusivo del movimiento paralímpico.

Evolución histórica del símbolo

El «Agitos» no siempre fue el símbolo de los Juegos Paralímpicos. Desde su inicio hace más de medio siglo, los Juegos Paralímpicos han pasado por varias fases en su iconografía. Inicialmente, el símbolo paralímpico era muy similar al de los Juegos Olímpicos, compuesto por un emblema que incluía un arco iris con la palabra spirit in motion (espíritu en movimiento) debajo. Este emblema reflejaba la conexión y el paralelismo con los Juegos Olímpicos, al mismo tiempo que destacaba la singularidad del movimiento paralímpico.

Sin embargo, en 2003, el Comité Paralímpico Internacional (IPC) decidió renovar la identidad visual del evento, buscando un símbolo que representara mejor los valores y la misión del movimiento paralímpico. Fue entonces cuando se introdujo el «Agitos». Este cambio marcó un punto de inflexión en la historia del deporte paralímpico, ya que el nuevo emblema logró captar con mayor precisión la idea de movimiento y esfuerzo colectivo que caracteriza a los Juegos Paralímpicos.

Hoy en día, el «Agitos» es más que un simple símbolo. Es un emblema de esperanza, superación y unidad, que refleja el poder transformador del deporte y la capacidad del ser humano para adaptarse, perseverar y triunfar a pesar de las adversidades. Los Juegos Paralímpicos, a través de este símbolo, continúan inspirando a millones de personas alrededor del mundo, promoviendo una sociedad más inclusiva y equitativa.