Mano blanda de la Euroliga con las sanciones tras la monumental tangana del Real Madrid-Partizan
Ambos clubes tendrán una sanción de 50.000 euros y cuatro jugadores han sido sancionados, el que más Yabusele con tan sólo cinco partidos
La Euroliga ha anunciado las sanciones impuestas por el Juez Disciplinario Independiente de la competición sobre la monumental tangana que se vivió en el WiZink Center de Belgrado en el segundo partido de la eliminatoria entre Real Madrid y Partizan de Belgrado.
El partido tuvo que ser suspendido cuando restaban 1:40 para el final. Los colegiados consideraron, tras cinco minutos de revisión, que 21 jugadores de ambos equipos habían cometido una infracción al entrar a la cancha estando en el banquillo, por lo que debían ser expulsados.
Al no haber jugadores suficientes el partido se suspendió, la Euroliga envió la documentación y los informes al Juez en la noche del jueves después de la enorme pelea que se vivió y hoy viernes hemos conocido la sanción para equipos y jugadores.
Después de un pormenorizado análisis de las imágenes, la competición ha dictado sentencia. El Real Madrid y Partizan de Belgrado han sido sancionados con 50.000 euros por la conducta antideportiva de ambos equipos que impidió la normal conclusión del partido de acuerdo con el artículo 29.1.a) del Código Disciplinario de Baloncesto de la Euroliga.
En cuanto a jugadores Guershon Yabusele, tras su horrorosa agresión, es sancionado con sólo cinco partidos de suspensión, cuando se había llegado a hablar de cuatro años. Kevin Punter con dos y Gabriel Deck y Mathias Lessort con uno de acuerdo con el artículo 27.1.a) del Código Disciplinario de Baloncesto de la Euroliga. La competición ha oficializado que las decisiones anteriores son inapelables.
¿Cómo ocurrió todo?
Los dos equipos llegaban al segundo partido de los cuartos de final de la Euroliga con ganas de dar espectáculo. Y vaya si lo dieron. A menos de dos minutos de que finalizara el partido, los serbios mandaban en el marcador ampliamente (80-95). Nada ni nadie podía presagiar lo que ocurriría segundos después.
Todo comenzó en una acción entre Sergio Llull con Kevin Punter. El español realizó una falta antideportiva. Lo que parecía que se quedaría en una amonestación acabó finalmente en la mayor tangana que se recuerda en el baloncesto europeo en los últimos meses. El jugador estadounidense se revolvió con Llull, a quien amenazó con el puño. Segundos después, prácticamente todos los jugadores y los miembros de los equipos técnicos se enzarzaron en una batalla campal.