Previa Playoffs NBA 2024: Boston reclama el trono perdido; Denver quiere renovarlo

Por fin. Se acabó la tediosa temporada regular, tan larga y cargada de partidos (82 cada equipo, repartidos entre octubre y abril) como lucrativa para las franquicias, que suman ingresos que les permiten mantenerse estables financieramente. Ahora, en los próximos dos meses, los mejores equipos del mundo se medirán entre sí por la corona del baloncesto mundial. Los playoffs de la NBA no necesitan presentación. Pocos acontecimientos deportivos son un reguero de historias tan amplio.

Cabe recalcar que estamos, un año más, en una temporada abierta. Es decir, no hay un favorito claro. Desde que la gran dinastía de los Golden State Warrios finalizó hace un lustro (aunque luego fuesen capaces de volver a ganar, un título lleno de épica) hemos visto cinco campeones diferentes en los últimos cinco años. Es probable que este año veamos el sexto. Boston Celtics puede que sean los grandes favoritos y, de ganar, desempatarían con Los Angeles Lakers en el palmarés histórico de la NBA. Actualmente, ambas franquicias tienen 17 títulos.

En 2020 la liga estadounidense cambió su formato y, de los 16 equipos (de 30) que se clasificaban a los playoffs, ahora lo hacen 20. Los seis primeros de cada conferencia lo hacen de manera directa y, los clasificados entre el séptimo y el décimo, juegan una ronda previa. El séptimo se mide al octavo por un puesto y, el perdedor de ese partido, se mide al ganador del encuentro entre el noveno y el décimo por la última plaza. Hechas las presentaciones, toca desgranar a los equipos que se disputarán el campeonato.

Conferencia Este

Boston Celtics son los grandes favoritos al título, buscando finalizar la agónica espera que se remonta a 2008, cuando ganaron la liga y se establecían como la mejor franquicia de la liga con diferencia. Desde entonces, los Lakers han vencido tres veces y les han empatado en lo alto de la clasificación.

Han sido el mejor equipo de la temporada regular, con un registro de 64-18 (siete victorias más que el segundo) y han reforzado el bloque que en 2022 perdió las Finales y en 2023 cayó en el séptimo partido de la final de conferencia después de una lesión de Jayson Tatum, su estrella, en el primer minuto.

Han añadido a un defensor élite en la figura de Jrue Holiday y a un interior anotador con el letón Kristaps Porzingis. Tatum ha evolucionado a ser uno de los mejores de la liga y Jaylen Brown o Derrick White son escuderos de lujo. Parece que su momento es ahora. Si las lesiones les respetan y el miedo no les paraliza, deberían, 16 años después, reclamar el trono perdido.

New York Knicks han sido una de las grandes sorpresas de al temporada. Han finalizado segundos en el Este y, de la mano de Jalen Brunson y el rigor táctico de Thibodeau, están recordando un pasado largamente olvidado. Tienen duras lesiones y no parece que la plantilla les alcance para las cuotas más altas, pero prometen competitividad.

Milwaukee Bucks es una incógnita. En verano juntaron a Giannis Antetokounmpo con Damian Lillard en una pareja que prometía tiranizar la liga, pero las cosas no han ido como se esperaba. Ni siquiera el cambio de entrenador a mitad de curso ha centrado el rumbo. Llegan a abril en una mala recha y dejando muchas dudas, pero con dos jugadores que te pueden vencer cualquier partido.

Cleveland Cavaliers es un equipo interesante, con Donovan Mitchell secundado por esos hombres altos que van a contracultura de la liga. Habrán aprendido del colapso de playoffs del año pasado y pueden dar guerra. Se enfrentarán en primera ronda a Orlando Magic, un equipo joven con Paolo Banchero y el alemán Franz Wagner como estrellas y que ha sorprendido a la liga. Indiana Pacers, que se medirá a los Bucks, es un proyecto revolucionario que juega a un ritmo infernal y cuyos partidos se van a puntuaciones tan altas que son registros casi nunca vistos. Apostaron por el proyecto asaltando el mercado a mitad de curso trayéndose al camerunés Pascal Siakam desde Toronto, juntándole con un Tyrese Haliburton que ha sido una de las grandes revelaciones del curso.

El Play-In (la fase previa) tiene a dos equipos que aparecían mucho más arriba en cualquier previsión. En ambos casos hay trampa escondida. Philadelphia 76ers cambia totalmente cuando no puede contar con Joel Embiid, su estrella y nombrado mejor jugador la temporada pasada. El camerunés (nacionalizado estadounidense) se ha perdido muchos partidos, pero llega a la fase decisiva en forma y buscando romper ese maleficio histórico que se le asocia a esta franquicia. Miami Heat es un equipo que siempre se relaja de más en temporada regular, pero es llegar los playoffs y, de la mano de Jimmy Butler y Erik Spoelstra (el mejor entrenador del mundo), compiten como nadie. El año pasado estaban en las mismas y acabaron ganando el Este.

Chicago Bulls y Atlanta Hawks parecen tener poco que decir. Los primeros, pese a contar con DeMar DeRozan, tienen muchas lagunas y los segundos, en el proyecto de Trae Young, son una franquicia en caída libre desde que en 2021 alcanzasen las finales del Este.

Conferencia Oeste

El Oeste promete ser una lucha apasionante. El favorito son los Denver Nuggets, vigentes campeones de la NBA y que han finalizado segundos en temporada regular. Cuentan con el mejor jugador del mundo, Nikola Jokic, no presentan lesiones importantes y, pese a ausencias como la de Bruce Brown, mantienen el bloque del año pasado. Ganarles cuatro partidos en una misma serie parece una proeza, pero no son tan imbatibles como hace 12 meses. Habrá batalla.

La temporada regular en la costa Oeste la han ganado los Oklahoma City Thunder, un proyecto muy joven donde el canadiense Shai Gilgeous-Alexander se ha catapultado a estrella mundial. Puede penalizarles su falta de experiencia, pero juegan realmente bien y no están aquí por casualidad.

Otro proyecto joven que ha dado la sorpresa es Minnesota Timberwolves, que ha finalizado tercero. Con ellos puede haber alguna duda más: su segundo mejor jugador, Karl-Anthony Towns, se ha lesionado; y el tercero, el francés Rudy Gobert, siempre se ha caracterizado por brillar en temporada regular (como ha sido) pero no replicar ese rendimiento en playoffs. Anthony Edwards, el jugador franquicia, es a quien se agarran en esta inesperada y repentina escalada a la élite.

Un duelo apasionante de primera ronda será el que medirá a Los Angeles Clippers con los Dallas Mavericks. Si los californianos logran tener sano a Kawhi Leonard (y eso es mucho decir), han logrado que su trío de superestrellas (Leonard, Harden y Paul George) funcione bien. Es una franquicia que parece que tiene una maldición histórica con estas instancias de la competición, pero si sus tres estrellas responden pueden batir a cualquiera. Enfrente, los Mavericks de Doncic. El esloveno ha vuelto a hacer una temporada de escándalo y ha encontrado en Kyrie Irving a un socio que le sigue el juego. Desde el parón del All-Star, en febrero, tienen el segundo mejor récord de la liga (apenas por detrás de los Celtics) y llegan a los playoffs, tras el descalabro del año pasado, en buena forma.

Phoenix Suns es un proyecto que es difícil catalogar. A la pareja de superestrellas formada por Kevin Durant y Devin Booker juntaron en verano a Bradley Beal... aunque a cambio de desnudar la rotación. Es un proyecto creado exclusivamente para ganar, hipotecando el futuro de la franquicia, pero muchas veces da la sensación de que con las estrellas no basta. Necesitarán socios. No ganar podría tener consecuencias devastadoras.

En el Play-In coincidirán cuatro proyectos apasionantes y muy distintos. Los Angeles Lakers saben que a LeBron James no le debe quedar mucho tiempo. Tiene 39 años e, increíblemente, sigue igual de vigente que siempre. Es la cara del proyecto, pero necesitará la ayuda de un Anthony Davis que siempre vive en un limbo de lesiones. Su temporada regular no ha sido buena, pero se agarran al espíritu del año pasado, donde llegaron en circunstancias similares y avanzaron hasta las finales del Oeste. Eliminar a LeBron en playoffs es tarea complicada. Volver a verle en estas instancias, un privilegio. Ser testigo de la historia es algo que no deberíamos despreciar. Verle volviendo a retar el paso del tiempo es una suerte enorme.

New Orleans Pelicans por fin ha logrado que Zion Williamson, su gran apuesta como jugador franquicia, se mantenga sano una temporada. Ahora parece que su figura se ha diluido, pero antes de entrar en la liga tenía un ruido mediático solo visto antes con LeBron. Acompañado de jugadores como Brandon Ingram o C.J. McCollum, pueden dar más de un susto.

Los Golden State Warriors apuran sus años de gloria, pero Stephen Curry nunca había estado más solo. Las etapas de esplendor de sus compañeros de siempre, Klay Thompson y Draymond Green, parecen haber pasado a mejor vida. El fichaje de Chris Paul tampoco funcionó. Que Curry les haya hecho llegar hasta aquí ya es un hito. Veremos hasta dónde le da al jugador más importante en la evolución del baloncesto en este siglo.

Por último, los Sacramento Kings han sido una pequeña decepción. Después de su gloriosa temporada pasada, logrando volver a playoffs tantos años después, este año se han mostrado demasiado inconsistentes. Si tienen el día pueden ganar a cualquiera, y tienen en De´Aaron Fox y Domantas Sabonis a dos jugadores que pertenecen a la élite de la liga, pero no han logrado este año una regularidad sobre la que construir.

Esta época del año para los aficionados del baloncesto es como la Navidad. Se vienen dos meses en los que no se podrá despegar los ojos de la pantalla. Cae el telón y empieza el espectáculo.