Un jugador de la NBA habla sobre su adicción al fentanilo: «Podría haber muerto»
Willie Cauley-Stein, una promesa fallida de la liga norteamericana, se sincera sobre su adicción a las drogas y su paso por un centro de desintoxicación
Muere a los 87 años Alvin Attles, miembro del Salón de la Fama de la NBA
Willie Cauley-Stein se presentó la NBA con el cartel de futura estrella. Tras triunfar en la Universidad de Kentucky, el pívot norteamericano dio el salto a la mejor liga del mundo y fue elegido en el número 6 de 2015 por los Sacramento Kings. Una incorporación que emocionó al equipo californiano al considerar que se habían llevado a un jugador con talento para ser de los grandes nombres de la próxima década.
Nada salió como se esperaba en la carrera de 'WCS', el apodo con el que se le conoce. El pívot nacido en Kansas jugó en los Kings, Warriors, Mavericks y Sixers, pero en 2022 se le perdió la pista, que fue cuando jugó su último partido en la NBA. Ahora, dos años después, ha concedido una extensa entrevista a The Athletic para explicar lo que ha tenido que pasar durante este tiempo por su adicción al fentanilo, una droga que se está extendiendo cada vez más en Estados Unidos.
Su vida se torció en el verano de 2019. Una noche de agosto entraron en su casa y dispararon a tres de sus amigos, uno de ellos perdió la vida. Cauley-Stein no estaba en Sacramento, ya que acababa de firmar un contrato con Golden State. Meses más tarde a su abuela, que era como una madre para él, le diagnosticaron cáncer de huesos. Lo que llevó al jugador a refugiarse en las drogas. «Tomaba demasiadas pastillas, estaba todo el día dormido» asegura al citado medio.
Esa reflexión la hizo tras la muerte de su abuela, pues seis días más tarde decidió entrar en un centro de desintoxicación. «Lo sentí como un último gran abrazo», aunque después se quedó sorprendido, ya que el jugador entró a rehabilitación creyendo que era adicto a un opioide y resultó serlo al fentanilo, una droga mortal.
Sorpresa tras los exámenes
Cauley-Stein avisó a los médicos que en sus exámenes clínicos encontrarían rastros de Percocet, un analgésico que contiene oxicodona y acetaminofén. Lo tomó en un principio para el dolor de las lesiones, pero después se volvió adicto. Las pruebas médicas mostraron altas dosis de una droga, pero muy diferente a la que él creía: fentanilo. Otro analgésico tan potente que es el causante del 70 % de las sobredosis en Estados Unidos, siendo una amenaza 50 veces mayor a la heroína o 100 veces que la morfina.
«Todo el tiempo escucho historias sobre gente que van a una fiesta y que nunca antes habían tomado nada y deciden tomarse una pastilla de Percocet, termina siendo fentanilo y mueren. De una sola pastilla. Yo estuve tomando cientos durante meses, podría haber sido yo», explica un hombre que tiene tres hijos: «Las drogas me lo quitaron todo como jugador, pero lo tenía que hacer por ellos. Los equipos NBA decían que no tenía personalidad, energía, que no sentía amor por el juego».
Tras 65 días en rehabilitación salió limpio y con ganas de volver al deporte. Se aficionó al golf y siguió practicando baloncesto. asó por la G-League, por el afiliado de los Rockets antes de hacer las maletas a Italia, a Varese. Aunque lo mejor volver a Kentucky, allí se reencontró con sus mejores recuerdos y recuperó la sonrisa. Ahora, dos años después de su último partido en la NBA, sueña con volver a la liga.