Y España es la mejor, viva España

España jugó un partido excelente, soberbio, inteligente, basado en la potencia física y en una clase descomunal. Los pupilos de Luis de la Fuente dieron una lección de fútbol. Es la mejor selección de la Eurocopa. Un magnífico testarazo de Merino en los minutos finales de la prórroga premió al mejor. Una España en la que pocos creían está en semifinales. Viva España.

Los espectadores presentes en los graderíos de Stuttgart vieron a un conjunto visitante que era enormemente superior. Pero como decía Di Stéfano, este juego solo son goles, no se contabiliza el juego bonito, y Alemania contrarrestó el tanto de Dani Olmo con un remate de Wirtz al filo del pitido final. Los caseros se salvaron del gong y encontraron una prórroga que nadie esperaba.

Los ataques dialécticos de los germanos en los días previos excitaron a los hombres de Luis de la Fuente, que protagonizaron un partido colosal. Mando, velocidad, carácter, toque, personalidad, brío, valentía y superioridad física ante un rival viejo, tosco, lento. Pero los germanos tienen una virtud clásica: el bombardeo aéreo y el oportunismo en el área. Así llegó la igualada y el tiempo extra.

Alemania había calentado el partido con críticas casi xenófobas a la selección española y a la hora de la verdad esos ataques dialécticos se convirtieron en físicos. Los locales demostraron una dureza descomunal que un colegiado muy casero, como nos temíamos, no frenó.

Kroos se cargó a Pedri nada más comenzar la partida con una violenta entrada que el árbitro, Anthony Taylor, no quiso castigar con cartulina. Cada acción de los germanos pisaba un pie de un jugador español y el juez de la contienda estaba ya de vacaciones. Dani Olmo sustituyó al lesionado Pedri mientras Luis de la Fuente protestaba con toda la razón al cuarto árbitro que estaban salvando de una amonestación a Toni Kroos. Al final, España no salvó al gran Toni Kroos, que disputó su último encuentro profesional.

El cuadro español jugó con brío, con potencia, para contrarrestar esa entrega al límite de la legalidad de los teutones. Por fin, otra entrada ruda, de Rudiger a Dani OImo, fue sancionada con tarjeta. La falta, al borde del área, la ejecutó Lamine Yamal de forma excelente, por bajo, entre piernas de la barrera, y la pelota pasó a diez centímetros del poste sin que Neuer pudiera hacer nada. El disparo fue una exhibición de inteligencia y el balón no vio puerta.

Los hombres de Nagelsmann vieron las orejas al lobo español y reaccionaron. Buscaron las bandas y los centros clásicos para encontrar el gol. Kimmich lanzó el primer aviso en un pase desde la derecha que Havertz cabeceó solo y flojito.

Dominio de España

España mandaba y Alemania atacaba con balones al área. El público presionaba al árbitro, que era más casero que mi portero de Mauricio Legendre, y compensó a la primera. Mostró cartulina a Le Normand, que ya no podrá disputar la semifinal. Los alemanes no sabían cómo doblegar el buen esquema de Luis de la Fuente y Rudiger intentó la sorpresa con un precioso pase de sesenta metros que Havertz cazó para tirar a portería de nuevo flojo y mal.

La historia del gran duelo histórico entre Alemania y España no podía ser más equilibrada. Doce partidos oficiales y cuatro victorias españolas, cuatro empates y cuatro derrotas. El encuentro de hoy rompió esa igualdad. España mantuvo su once de manual, ese que la afición ya se conoce de memoria. Es bueno tener un equipo que el seguidor canta de Perogrullo, porque quiere decir que se ha asentados con triunfos.

Alemania hizo un cambio respecto al polémico partido de octavos de final que ganó a Dinamarca tras anular un gol a los daneses que hizo dudar de los arbitrajes a favor del anfitrión. Emre Cam entró en el puesto de Andrich.

Luis de la Fuente quitó a Le Normand, amonestado, y recuperó a Nacho en el centro de la retaguardia. España era mejor. Su poderío físico se imponía. Lamine Yamal y Nico Williams traían en jaque al rival. Solo Rudiger aguantaba el tipo con cortes al borde del Reglamento. Hizo un placaje a Morata, sin balón, que debió costarle la segunda tarjeta y la expulsión. Taylor continuaba de vacaciones en Benidorm y no veía nada.

El conjunto español jugaba con rapidez, fuerza y carácter. Faltaba el acierto en el tiro. Por fin llegó. Lamine Yamal tenía la pelota en la derecha, vio entrar a Dani Olmo desde atrás, le dio un pase preciso y el mediocampista del Leipzig se sacó un tiro raso y centrado que sorprendió a Neuer, mal colocado.

Alemania se lanzó a por el gol

El gol supuso un muro de silencio en las gradas. Alemania adelantó líneas con el único recurso de su pobre balompié: los balones aéreos en busca del cabezazo salvador.

Los pupilos de Luis de la Fuente robaban y contragolpeaban con buen fútbol. Pero los locales estaban en alerta máxima e intentaron el imposible. Un remate al poste de Fullkrug advirtió al cuadro español del peligro.

El combinado español aguantaba el bombardeo aéreo y cuando parecía que el encuentro estaba controlado llegó la típica jugada germana de cabezazo y remate que Wirtz tradujo en el empate en el penúltimo minuto.

La prórroga dejó desconcertados a los hombres del entrenador riojano durante cinco minutos. Por fin recuperaron la cabeza fría. Y buscaron las victoria en la media hora extraordinaria.

El triunfo fue para quien más lo mereció. En el último minuto. Cuando los penaltis esperaban en la banda. Merino cabeceó excelentemente un pase conciso de Dani Olmo y destrozó a Alemania. España está en semifinales por justicia. Ni la expulsión de Carvajal por dos tarjetas nos podía quitar la alegría. En semifinales no estarán ni el lateral madridista ni Le Normand, pero jugarán dos compañeros que lo harán muy bien. Porque España es la mejor selección de la Eurocopa. Viva España.