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El furor por Fernando Alonso en el circuito de Montmeló fue total

El furor por Fernando Alonso en el circuito de Montmeló fue totalEFE

Barcelona se transformó en Las Ventas: máxima expectación y la decepción final con Fernando Alonso

El piloto asturiano protagonizó la peor carrera de la temporada y, como se dice en las crónicas taurinas, apenas dejó destellos de su magia

Había algo de ambiente taurino en la salida de Montmeló. El séptimo puesto de Alonso y el quinto de Sainz se alejan mucho del plan previsto para la tarde de domingo en Cataluña. El sueño de la 33 ha revitalizado la afición por la Fórmula 1 y más de 125.000 abarrotaban las gradas del circuito.

En Aston Martin trasnochaban y la curva nueve del trazado amaneció con una inmensa lona de Fernando Alonso. No hubo grada oficial del asturiano, sí del madrileño de Ferrari, pero el color verde fue mayoritario en todos los rincones de Montmeló. El noveno puesto en la tanda de clasificación ya era un primer jarro de agua fría, pero se buscaron clavos ardiendo para la remontada, como la lluvia.

Y no llovió en Barcelona. El cielo se encapotó poco antes de las 3 de la tarde, hora de inicio de la carrera, pero no descargó un agua que hubiera dado un vuelco a la carrera. En el asfalto, Alonso luchó en la zona media por primera vez en la temporada. Nos hemos vuelto a acostumbrar a los podios y las batallas contra Zhou o Tsunoda no saben igual.

Solo el adelantamiento a Ocon consiguió levantar las gradas en las postrimerías del Gran Premio de España. El francés se une a la larga lista de «archienemigos» del asturiano. Solo hacía falta que lo enfocasen las cámaras para que se escuchasen pitos y abucheos de una afición que no olvida sus encontronazos la temporada pasada en Alpine.

Los seguidores del Nano se fueron decepcionados y misma situación con los de Carlos Sainz. En Ferrari no corrigen sus problemas con el ritmo de carrera y el español no fue rival para los Mercedes ni para Sergio Pérez. Pese a todo, durante unos instantes, Barcelona vibró con una salida milimétrica en la que el madrileño metía el morro al intratable Max Verstappen.

Un nuevo ídolo

Desde dentro, un gran premio de Formula 1 se parece más a un festival de música que a lo que se suele ver en televisión. Miles de pequeños campings se despliegan por todo el circuito y la lucha por los mejores sitios en la zona de pelousse provoca más colas a primera hora de la mañana que momentos antes de la carrera. Calor, lluvia, precios disparatados… comodidades mínimas y una pasión por la velocidad que lo perdona todo.

Fernando Alonso ha recuperado otra vez el fervor por la F1 en España

Fernando Alonso ha recuperado otra vez el fervor por la F1 en EspañaEFE

El domingo de carreras en Cataluña deja una gran noticia en «categorías inferiores». El español Pepe Martí ganó la prueba de F3 y demuestra que puede ser uno de los grandes. Por cierto, los nuevos motores híbridos de la F1 han conseguido que suenen «más y mejor» estos monoplazas conducidos por los más jóvenes que los grandes coches del gran circo.

Se llevaba la mano al pecho Martí al escuchar el himno de España en el madrugador podio de Montmeló. Esa imagen, junto al abrazo de Alonso y Sainz antes del gran premio, quedarán en los anales automovilísticos del país.

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