Fernando Alonso confirma en Silverstone el bajón del Aston Martin y Ferrari vuelve a condenar a Sainz

El cambio en la F1 se confirma. El segundo equipo ya no es Aston Martin. Se lo pelean ahora McLaren y Mercedes. Así ha quedado demostrado en Silverstone, donde Verstappen ha ganado su sexta carrera consecutiva, la octava en las 10 que va de Mundial.

El asunto es que segundo fue Norris con el McLaren, un Norris que aguantó muy bien y además se dio el gusto de colocarse en las primeras vueltas. El británico asciende hasta el primer piloto de los mortales tras aguantar a su compatriota Hamilton, que se subió al podio en casa.

¿Los españoles? Un desastre. Fernando Alonso 7º y Carlos Sainz 10º. Puede parecer un buen puesto el del asturiano (salió noveno), pero la realidad es que si fue séptimo fue por un Coche de Seguridad que le benefició y aun así está lejos de los ya mencionados McLaren y Mercedes, además de los Red Bull. Sainz por su parte vivió un calvario con decisiones equivocadas de Ferrari y con pilotos adelantándole en el tramo final de un Gran Premio que en líneas generales fue una procesión.

Solo en las primeras vueltas vimos verdaderamente acción. Norris adelantó a Verstappen en la salida ante el delirio de Silverstone, al que se escuchaba celebrar cualquier adelantamiento de los suyos. Piastri, el otro McLaren que salía tercero, se quedó a nada de pasar al neerlandés, pero se defendió en una jugada que acabaría siendo clave.

Mientras Fernando Alonso ganó dos posiciones en las primeras curvas (aunque después perdió una porque le adelantó Hamilton) y Carlos Sainz perdió una (le pasó Russell) Verstappen recordó a todos que su coche es un avión y que antes o después adelantaría. Lo hizo en la vuelta 5 sin problema y ahí comenzó la procesión.

Lo que ocurrió después fue una lucha de estrategias a la espera de que cayeran unas gotas que nunca llegaron. En la pista no pasaba nada más allá de una lucha Russell vs. Leclerc. Pero en la F1 todo puede cambiar y en la vuelta 33 –sí, 33– el coche de Magnussen se incendió en mitad de la pista.

Safety Car

Y eso provocó un Safety Car (con un Virtual antes) y cambió la carrera por delante con un claro beneficiado: Fernando Alonso. El español no había entrado a boxes y el Coche de Seguridad le vino de lujo. Puso además neumáticos blandos y adelantó con esa circunstancia a Sainz, al que sí le perjudicó esta novedad. Peor le fue a Leclerc que se hundió entre otro esperpento de Ferrari en sus decisiones estratégicas.

Esta nueva circunstancia dejó un escenario que tampoco es que cambiara mucho. Verstappen se escapó, Norris aguantó con brillantez a Hamilton y Alonso perdió una plaza, la que le quitó sin complicaciones 'Checo' Pérez. Así, Fernando finalizó séptimo, que es ya mucho para el ritmo que ha tenido Aston Martin, muy venido a menos en este Gran Premio. Ser séptimo en Silverstone no ha sido real ya que fue beneficiado por el Coche de Seguridad. Sin ello hubiera quedado noveno.

Sainz por su parte vivió un calvario. El Coche de Seguridad le 'mató' y se tuvo que enfrentar a un coche que no iba con neumáticos duros. En dos curvas le adelantaron Pérez, Albon y Leclerc y al final acabó 10º y gracias. El cabreo interior de Carlos tiene que ser enorme.

Ganó Verstappen (¡qué sorpresa!), que a este ritmo va a ganar el Mundial antes de que comience. Y McLaren dio un espectacular paso adelante, con un 2º y 4º puesto. Mercedes se asienta arriba y Aston Martin confirma el bajón