La carrera en la que Fernando Alonso perdió un Mundial, pero salvó la vida
El Gran Premio de Bélgica de 2012 pudo cambiar para siempre la historia de la Fórmula 1
El Mundial de 2012 nos dejó un de las imágenes más duras en la carrera de Fernando Alonso. El entonces piloto de Ferrari observa bajo la lluvia de Sao Paulo como Sebastian Vettel celebra un campeonato que luchó hasta el último segundo. Fue la última vez que el asturiano tuvo opciones de soñar con algo grande... de momento.
Aquella temporada Alonso contaba con un monoplaza muy inferior al Red Bull del alemán, pero su pericia al volante redujo al mínimo la diferencia entre ambos y solo tres puntos lo dejaron sin la tercera corona. Su compañero en Ferrari, Felipe Massa, fue séptimo en el Mundial por detrás de los McLaren y el Lotus de Raikkonen.
Pero, ¿dónde perdió el asturiano aquellos tres puntos? La temporada fue larga, pero el Gran Premio de Bélgica de aquel 2012 pudo ser determinante para el resultado final, porque Alonso no puntuó y porque la tragedia rozó a la Fórmula 1.
Grosjean siembra el caos
A pesar del dominio mecánico del Red Bull, la temporada 2012 resultó ser bastante entretenida y con pelea en los puestos de cabeza. La parrilla del Gran Premio de Bélgica de ese año demuestran que fueron varios los equipos con opciones. La pole fue para Jenson Button y su McLaren-Mercedes, lo seguía Kobayashi con su Sauber y Pastor Maldonado con el Williams. Fernando Alonso partía sexto con el Ferrari, Vettel undécimo y entre uno y otro arrancaba el Lotus de Romain Grosjean.
Spa-Francorchamps cuenta con una recta de meta muy corta y una pronunciada curva a derechas que lanza a los monoplazas hacia la mítica subida a Eau Rouge. Ese primer giro ha sido testigo de multitud de accidentes y el de 2012 fue de los más graves.
gracias a una buena salida, Fernando Alonso afrontaba esa primera curva por la zona central y en la cuarta posición. El español negociaba la trazada cuando un misil impactaba contra su Ferrari, pasaba rozando su cabeza y lo dejaba fuera de carrera. Ese proyectil no era otra cosa que el Lotus de Grosjean, completamente desbocado y que por el camino también se llevaba por delante a Lewis Hamilton.
En su intento por pasar al británico en la arrancada, Grosjean presionó demasiado, acabó tocando al McLaren y perdía el control. Ambos monoplazas impactaban y el Lotus se iba directo contra Fernando Alonso, que hasta ese momento lideraba el Mundial. La FIA se vio obligada a tomar cartas en el asunto y dejó al franco-suizo sin correr una carrera y le condenó a pagar 50.000 euros.
«Gané una vida»
Fernando Alonso recordaría aquel momento años después. En 2014, y a través de Twitter, el español rememoró aquella primera curva en la que perdió un Mundial. Pero lo hizo con un tono bien distinto: «Sí...tengo un trofeo menos de campeón del mundo, pero gané una vida». Consciente de los escasos centímetros que lo separaron de un gravísimo incidente, un simple «bien» constata el milagro de Spa.
Una curva maldita
Años después, en 2018, la salida del Gran Premio de Bélgica volvió a vivir una salida accidentada y con monoplazas volando en el primer giro. En esta ocasión, fue el McLaren de Fernando Alonso el que pasó por encima del Alfa Romeo de Charles Leclerc impulsado por el golpe del Renault de un Nico Hülkenberg pasado de frenada.
En aquella ocasión, el famoso halo introducido en los monoplazas esa misma temporada salvó al monegasco de sufrir el impacto del coche de Alonso sobre su cabeza. El sistema de seguridad desarrollado por Mercedes y adoptado por la FIA demostró que podía salvar muchas vidas.