Diez años de Simeone en el Atlético: un sueño continuo al que amenaza una crisis
Se cumple una década desde la llegada del Cholo al banquillo colchonero. Cogió un equipo en crisis hasta situarle en la senda del triunfo cosechando ocho títulos
Diego Pablo Simeone cambió la historia del Atlético de Madrid desde su llegada el 23 de diciembre de 2011. Los colchoneros acaban de caer derrotados en Copa ante un 2ºB como el Albacete volviendo a ser el equipo vulnerable al que todos, incluida su afición, llamaban ‘El Pupas’. Una década después lo ha situado entre los clubes más importantes del país capaz de competir de tú a tú con cualquier club del mundo. Las últimas generaciones de atléticos beben las mieles de un éxito constante que no disfrutaron sus progenitores, a los que el sufrimiento embriaga jornada tras jornada.
El ‘partido a partido’ se ha convertido en la filosofía de vida de este equipo incapaz de despistarse con el futuro. Siempre perenne en el presente. Para los jóvenes que azuzan sus bufandas en el Wanda Metropolitano no ha existido otro Atlético que el actual, abonado año a año a la Champions, a competir los títulos, a levantar algunos de ellos y a animar el mercado de fichajes con contrataciones de relumbrón. Y lo más importante a tener una estabilidad en el banquillo como nunca antes la había habido.
Simeone tomó las riendas de un quipo en crisis en el ecuador de la temporada, anclado en el undécimo puesto de la clasificación, pese a acumular en su plantilla jugadores de calidad cuyo rendimiento estaba muy por debajo de su mejor versión. Antes del Cholo, el Atlético había cosechado una Europa League y su posterior Supercopa de Europa y había participado en dos fases de grupos de la Champions.
El Cholo, como bueno hombre de retos, no se dejó intimidar por la situación. Tras foguearse en Argentina y una pequeña experiencia en Italia, no dudó en hacer las maletas cuando el club de su vida recurrió a él. Desde entonces, no ha parado de evolucionar a la par que un grupo que ha ido conquistando gestas.
Durante estos diez años muchos han dejado el club, desde Caminero, el director deportivo que lo trajo, pasando por el ‘Mono’ Burgos’, su eterno ayudante y alter ego en el campo, y estrellas como Falcao. Sin embargo, Simeone sigue ahí inamovible, por el momento. Ni las dos derrotas en la final de Champions ante el Real Madrid hicieron que los dirigentes rojiblancos dudaran de su técnico. Por contra, sumó desde su aterrizaje en la orilla del Manzanares ocho títulos para las vitrinas rojiblancas: dos Ligas (la última este pasado año), dos Europa League, dos Supercopas de Europa, una copa del Rey y una Supercopa de España.
La sombra de una crisis en el horizonte
Sin embargo, hay una pequeña mancha que puede emborronar esta década prodigiosa del argentino al frente de la nave rojiblanca y de la que se empieza a vislumbrar una pequeña crisis: el fin de este 2021. Un año que deja a los rojiblancos fuera de los puestos de Champions y con un bagaje de cuatro derrotas consecutivas, algo inédito en toda la ‘era Simeone’. Estos últimos partidos reflejan al Atlético más vulnerable de la última década. Un equipo que echa de menos los hechos diferenciadores que implantó el argentino a su llegada: garra, competitividad, fuerza, mentalidad, identificación y pasión. Una vuelta a los orígenes 'cholistas' que puede ser el deseo para este próximo 2022