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Morata con la Juventus en un partido frente al Cagliari

Morata con la Juventus en un partido frente al CagliariEFE

La historia del Barça y Morata o el club que tropieza siempre con la misma piedra

Pese a necesitar salidas para poder acometer fichajes, el FC Barcelona se empeña en fichar primero sin hacer hueco antes en su atestada masa salarial

Que Álvaro Morata sea el candidato preferido de Xavi Hernández para encabezar la delantera azulgrana es una cosa bien distinta a que Álvaro Morata vaya a encabezar en un futuro próximo la delantera azulgrana. Los números son tozudos a pesar de la insistencia pertinaz de la entidad culé, un modus operandi que se da de bruces una y otra vez contra la incómoda realidad que dice que no es posible, en la actual situación financiera del club catalán, realizar fichajes sin antes liberar masa salarial

Ramón Álvarez de Mon, abogado, asesor fiscal y colaborador en distintos medios de comunicación, además de youtuber de éxito con su canal sobre fútbol, lo tiene claro. Del mismo modo que no podrán encajar a su ultimísimo fichaje, Ferrán, sin efectuar salidas de jugadores, lo mismo habría que hacer en el caso de Morata. 

Ferrán Torres posa en el Camp Nou

Ferrán Torres posa en el Camp NouEFE

«Un acuerdo con CVC les salvaría, pero faltarían a su palabra», admite Álvarez. «La otra opción sería renovar a Dembelé». Algo que no parece fácil puesto que el francés ya ha escrito un precio altísimo a su renovación, debido en parte a la estrategia equivocada y empecinada de los despachos de Can Barça, que optan por fichar alegremente jugadores y luego piden renovaciones a la baja de los que ya están, quienes mayormente se niegan ante el agravio comparativo. 

La no renovación de Dembelé (que ahora pide 20 millones netos, sabedor de que tiene la sartén por el mango) supone un freno anunciado (y no previsto, pese a su enormidad, por los dirigentes del Barcelona) en el caso Ferrán. Los jugadores culés, ya casi por norma, ven a ese lobo venir y se sientan a pedir y a/o esperar como respuesta mientras generan un tapón salarial y financiero cuya responsabilidad es de una dirigencia obcecada en el error.

Real Madrid, el caso opuesto

El caso contrario podría hallarse en el Real Madrid, club que decidió no fichar en su día para después pedir a sus jugadores una rebaja salarial por las consecuencias de la pandemia que la plantilla aceptó como gesto recíproco. Un quid pro quo, o incluso un sentido común, que el Barcelona no parece capaz de entender.

Lo mismo que no parecen posibles las salidas de jugadores como Coutinho (quizá sí cedido), Dest o Umtiti, a quien el club azulgrana lleva buscando destino sin éxito, y con la negativa del jugador a dar su brazo a torcer en cualquier sentido, durante largo tiempo.

Dembelé en su último partido contra el Sevilla

Dembelé en su último partido contra el SevillaEFE

Si es difícil el encaje de Ferrán, ya fichado por 55 millones de euros, igual de difícil es el posible encaje de Morata, cuya más factible opción de llegada al Barcelona, según Álvarez, pasa por una cesión de seis meses y, transcurrido ese tiempo, que el Atlético pagara lo debido por Griezmann para poder acometer su compra. Un cambalache, grosso modo, en el que el Barcelona da la impresión de querer meterse como un elefante en una cacharrería, la misma que suena cada vez que anuncian una nueva incorporación como sucede con la casi alucinante petición, de no conocer a los protagonistas, de Xavi por Morata, por quien lo último sabido es que ahora ofrecen a Depay, su hasta ayer rutilante estrella.

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