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De Marcos protege el balón ante Rodrygo

De Marcos protege el balón ante RodrygoMiguel Toña

Athletic 1-0 Real Madrid

El Madrid dice adiós a la Copa en el último minuto

Los blancos se mantuvieron a la espera demasiado tiempo y dos fallos consecutivos de Modric y Casemiro en el rechace permitieron el disparo de Berenguer y el pase a la semifinal del Athletic

Habían apedreado el autobús del Madrid. En San Mamés todos concentrados para jugar el partido del año, que ya lo dijo Joseba Etxeberría, como los del Valencia. A Modric un espectador se le puso hecho un basilisco porque chutó contra la valla/anuncio. El Madrid se cruzaba bien en el ataque rojiblanco. Y luego salía con relativa sencillez, como recorriendo los hoyos temáticos de un mini golf. Hubo un buen tiro de Dani García y una mejor parada de Courtois sin mayores adjetivos, a pesar de los gritos de la locución.

La fuerza de la naturaleza de Militao, que salió volando, se topó con la fuerza de la naturaleza de Nico Williams. El Madrid estaba avisado, incluso desde antes de que empezara la eliminatoria, pero no asustado. Parecía contento Marcelino, con ese aire, y ese nombre, tan particular de exniño prodigio. Marcelino tuvo que cantar pasodobles en su infancia antes de hacerse entrenador. Dani García estaba un poco nervioso. Tan acelerado como para segarle a Vini en los medios y encima gritarle luego en la cara. El brasileño le devolvió la fealdad, menos fea, pues solo le trabó como con unas bolas de gaucho.

Íñigo Martínez despeja un balón ante Luka Modric

Íñigo Martínez despeja un balón ante Luka ModricEFE

Algo así le pasaba al Athletic cada vez que se acercaba. Le trababa el Madrid, pero limpiamente. Todas las calles. Todos los caminos. Llamó la atención, no por poco habitual, que la primera tarjeta del partido fuera para un madridista. Un clásico. Los pitidos a Vinicius eran para el madridismo como el aullido de los lobos para el conde Drácula. Se sucedían los hachazos de los aizkolaris, así es el deporte rural vasco, que debía de estar permitido. Casi tanto como los berridos de Dani García a Vinicius, al que le cayó una bronquita del árbitro por volver a gritarle a la cara. Bronquita, pero no tarjetita como a Kroos.

Estaba bien cerrado el Madrid a pesar de parecer bien abierto por ese dominio medio engañoso de los tres cuartos. Casi era un falso peligro como estas últimas tardes de casi falsa primavera. Había aizkolaris y también barrenadores. Pero daba igual. Los cambios de juego de Vinicius empiezan a parecerse a los pases con el interior de Modric. García, Dani, debía de desear esa amarilla que Gil Manzano tuvo que sacarle con su fijación por Vinicius, que ya se reía, claro. Nico Williams se hizo daño al filo del descanso en la enésima contrita vizcaína y casi todo se acabó ahí, con protagonismo local casi exclusivo y un secundario de blanco.

Incomprensible reserva

En el reinicio hubo un suspense raro por un posible penalti por mano en el área de Nacho tras el primer remate medio claro del Athletic y del partido. Asensio estaba como entre bambalinas, esperando para salir en una función donde no tenía turno, ni tampoco tino. Quizá Ancelotti esperaba que se olvidase de verdad todo el mundo de él para dar la sorpresa. Una colada de Modric, con recorte brasileiro, fue la respuesta al cabezazo de Raúl García. La impresión era que el Athletic estaba en su máximo y el Madrid tiraba de las riendas, como reteniendo el galope con una calma vertiginosa ya mediado el setenta. De repente empezaron a caer tarjetas amarillas para los leones como las ranas de Magnolia. Un fenómeno notable, pero paranormal.

Dos fallos seguidos de Modric y Casemiro fueron demasiado para que Berenguer no aprovechase toda esa casi incomprensible reserva

¿Quería ganar el Madrid este partido con el mínimo desgaste? (menos el de Modric) Isco por Vinicius parecía un movimiento táctico dirigido por Kubrick. Daba la sensación de que podía hacerlo( ganar sin desgaste en un ramalazo) aun con más que evidente riesgo a estas alturas del partido. Kroos se marchó en el 75, buen año, por Camavinga. Quizá había esperado demasiado el Madrid, que contaba con un mazazo anterior y por qué no, también previsible, que no había llegado. Militao le ganó en carrera a Iñaki el penúltimo arreón leonino. Asensio le dio un pase gutierrecesco a Casemiro que solo ante Agirrezabala le pegó al suelo.

Pequeñas grandes lecciones en defensa de Militao. El central más elegante del mundo. Quería jugar Camavinga más allá de lo contencioso-administrativo donde lo pone Carletto. Y estaba el partido para ello. Asensio se hacía notar. Había susto en San Mamés, pero le pasó al Madrid lo que no le había pasado en toda la temporada. Era el riesgo. Dos fallos seguidos de Modric y Casemiro en defensa fueron demasiado para que Berenguer no aprovechase en el ochenta y nueve toda esa casi incomprensible reserva.

Ficha técnica:

Athletic 1: Agirrezabala; De Marcos, Yeray, Martínez, Yuri; N. Williams (Berenguer, m. 46), Vesga, García, Muniain (Balenziaga, m. 91); I. Williams, Raúl García (Serrano, m. 77).

Real Madrid 0: Courtois; Lucas, Nacho, Militao, Alaba; Casemiro, Kroos (Camavinga, m. 75), Modric; Rodrygo, Vinicius (Isco, m. 59), Asensio.

Goles: 1-0: Berenguer (m. 89).
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